La Generalitat Valenciana ha decidido dar carpetazo a la urbanización de los sectores 8 y 9 de Tavernes de la Valldigna. Ubicado en la entrada este del municipio, el espacio, que cuenta con una superficie de más de 300.000 metros cuadrados, preveía acoger unas 1.700 viviendas, de las que entre 800 y 900 iban a ser declaradas de Protección Oficial (VPO). Todo eso queda, como es lógico, totalmente diluido.
En concreto, esta urbanización arrancaría desde la «Creu de Maig» (frente a los sequers) y se extendería hacia el sur del término municipal vallero hasta el río Vaca. En ella está incluida la zona de acampada del Festivern.
Además, los dos sectores, en parte, estarían afectados por los problemas de inundabilidad que sufre el sur del municipio por el Vaca. Eso significa que para que el agente urbanizador lo desarrollara debería contar con los pertinentes informes de la Confederació Hidrográfica del Xúquer (CHJ). De lo contrario, podría ocurrirle como a los edificios de otra urbanización próxima, la del Vergeret, declarada ilegal por el Tribunal Supremo hace unos años.
Esta medida va en la línea de la política urbanística que está llevando a cabo el nuevo Consell basada en poner sentido común a un planeamiento urbanístico que, como casi todo en los tiempos en los que la construcción era el principal motor económico, estaba sumamente sobredimensionado. Esta urbanización, de hecho, preveía un crecimiento de más de 5.000 habitantes para Tavernes de la Valldigna, es decir, más o menos los mismos vecinos que tienen municipios como Xeraco o Villalonga.
El agente urbanizador de este plan era la Generalitat Valencia a través del antiguo Institut Valencià de la Vivenda (IVVSA), ahora llamado EIGE, por lo que el Consell ha anulado su propio proyecto. Este organismo «desistió ya hace tiempo de construir las viviendas porque, lógicamente, no tenía posibilidades económicas para ello», señalaba ayer a Levante-EMV, Josep Llàcer, concejal de Urbanismo.
El edil se mostró a favor de anular este PAI porque «es de pura lógica. No hay necesidad de más viviendas en el municipio». Además, explicó que, debido a un mal planeamiento urbanístico, «la zona carece de los recursos básicos para su desarrollo. No está prevista la electrificación y tampoco hay depuradora», señaló.
El concejal aclaró que, pese a que queda desprogramado el plan, los terrenos de este sector siguen siendo urbanizables, lo que significa que en un futuro se podría retomar su desarrollo. Además de este, Tavernes tiene desprogramados otros tres sectores en la playa, 13, 14 y 15, ubicados detrás de la avenida de la Marina, principal vía del litoral.
El consistorio tiene entre manos la modificación del Plan General, de hecho, era una de las principales propuestas de Compromís para la actual legislatura.
