Llegaste como un vendaval y te has querido ir también como un vendaval. No voy a decir que nos has pillado a todos por sorpresa, pues algunos ya sabíamos de tu intención de abandonar el ayuntamiento incluso cuando todavía eras alcalde.
Creo que todos te comprendemos. Has tenido que aguantar, por parte de los políticos contrarios de esta ciudad, que no de la ciudadanía Y esto es lo que te honra, todo tipo de insultos, injurias y calumnias; que se metieran en tu vida personal y familiar e incluso con tu capacidad profesional y empresarial, con improperios como el de que si no habías sabido administrar tu patrimonio personal cómo ibas a administrar esta ciudad.
Pero tú has sabido aguantar como aguantan los valientes, hasta que ha llegado un momento en el que has priorizado a tu familia sobre todo lo demás.
Has sido el único alcalde en la historia de esta ciudad que ha conseguido una mayoría absoluta, no creo que ningún otro político consiga este hito histórico en el futuro. Es más, en las últimas elecciones municipales los ciudadanos han reconocido tu valía otorgándote que fueras el más votado. Cuando en el resto de la Comunidad y de España el Partido Popular sufrió un grave varapalo, tú fuiste la isla que se salvó, lo que demostró que tus apoyos de la ciudadanía no lo fueran por ser el representante del Partido Popular, sino por tu trabajo y el de tu equipo al frente del Gobierno de la ciudad, pero, por supuesto, representando al Partido Popular. Aunque los avatares de la democracia te arrebataron la alcaldía que los ciudadanos habían querido darte, nuevamente, con sus votos.
Mientras que fuiste alcalde fuiste un revulsivo para todos. Atendiste a cuantos ciudadanos te hubieran votado o no, querían hablar contigo. Te faltaban horas para trabajar, y así nos llevaste a todos, a tu equipo y a los funcionarios, quienes, la gran mayoría contagiados por tu entusiasmo y amor a Gandia, no dudaron en trabajar las horas que hiciera falta. Durante cuatro años, y casi sin un duro, hiciste más cosas que el resto de gobiernos en 28 años. Pero te faltaron otros cuatro años para acabar de rematar todos los proyectos que tenías para que Gandia fuera una ciudad referente en España.
Es cierto que se han podido cometer errores, pero el que no arriesga no comete ninguno. El que todo lo arregla a base de dinero, que después hemos de pagar todos, también ha cometido muchos errores, incluso más graves que los tuyos y de los que tardaremos mucho en recuperarnos. No te voy a nombrar dichos errores pasados, pues los has estado sufriendo mientras eras alcalde.
Es cierto que hay mucha gente que nunca te ha podido ver, sobre todo políticos y ciudadanos influenciados por ellos, pero ello era consecuencia de que veían que tú, sólo en cuatro años y con muchísimo menos dinero que ellos, habías hecho más cosas. La envidia siempre ha sido y será muy mala.
Has sido el único alcalde que no ha cobrado como tal, ni siquiera las dietas de asistencia a plenos o comisiones, no como otros que intentan engañar a los ciudadanos diciendo que no cobran por ser alcaldes, pero que han decidido cobrar sólo el sueldo de la diputación (claro el sueldo de la diputación es mayor que de alcalde de Gandia), sin renunciar, además, a sus dietas por asistir a los plenos a las juntas de portavoces.
De una forma rastrera, y como no te podían criticar como alcalde ni como político, los de la «bancada de enfrente» te atacaban de forma personal, como empresario y emprendedor. ¿Cuántas veces has tenido que aguantar, de forma estoica, que te echaran en cara lo de que estabas con todos tus bienes embargados, que habías sido un mal empresario y un mal administrador de tus bienes, y que en consecuencia, cómo ibas a poder administrar esta ciudad?
Por eso, ahora que puedes demostrar y tirar en cara a esos que lo que decían era mentira, y con la cara bien alta, has decidido dejar este ayuntamiento, y dedicarte a tu familia, que también ha sido objeto de esa «mala gente», sin merecerlo.
Arturo, qué gran alcalde y político se pierde esta ciudad! Gracias y hasta siempre.
