El Ayuntamiento de Gandia puso en marcha en la mañana de ayer la segunda fase del cierre de calles peatonales para evitar que circulen vehículos a motor fuera de los horarios de carga y descarga y de apertura y cierre de los colegios. A diferencia de lo ocurrido en la primera fase, cuando se produjo una cierta confusión e incluso algún accidente con los pivotes móviles, en el día de ayer la tranquilidad reinó y, hasta primera hora de la noche, la normalidad marcó este nuevo paso hacia la peatonalización de grandes espacios públicos de Gandia.

Con el sistema puesto en marcha ayer ya están cerradas, en el centro histórico, las calles de Jaume Torres, 9 d'Octubre, Sant Francesc de Borja, Duc Carles de Borja, Major y las travesías que discurren entre estas. También las que comunican Sant Pasqual con Carmelites y la plaza de la Duquessa Maria Enríquez.

En el Prado están cerradas las calles del entorno de esta gran plaza, como son Rausell, Fundació Vicent Ferrer, Cavanilles, Severo Ochoa, Ador, Legionari Bernabeu, Mesquita del Raval y de l'Hostal.

En ambos casos, el cierre de las vías públicas peatonalizadas se produce durante toda la jornada excepto en horario matinal de 8 a 11.30 y vespertino de 14 a 16 horas. Los domingos la prohibición se mantendrá todo el día.

En la mañana de ayer un dispositivo de la Policía Local y operarios municipales fueron colocando carteles indicativos para advertir a los conductores de la nueva situación y evitar que entraran en las áreas prohibidas al tráfico de vehículos a motor.

A mediodía la plaza del Prado, el mayor espacio de la ciudad que ha quedado restringido, presentaba una imagen de más tranquilidad y con un tráfico casi inexistente, limitado a quienes disponen de cocheras, vecinos que tienen derecho al acceso o establecimientos comerciales que requieren el paso para su propio servicio.

De todas esas calles las que más han cambiado de imagen respecto a la pasada semana son el eje que forman Sant Francesc de Borja y Rausell, a ambos lados del paseo de les Germanies. A partir del levantamiento de los pivotes recobraron plenamente el aspecto peatonal que habían perdido en la anterior legislatura.

La concejala de Tráfico, Àngels Pérez, indicó a este periódico que no le constan incidencias más allá de la sorpresa que algunos conductores se encontraron al intentar acceder por viales que hasta ahora permanecían siempre abiertos.

El mayor espacio peatonal

La medida puesta en práctica ayer fue aprobada hace meses por el Gobierno local gandiense y, aunque en determinadas horas sí habrá tráfico, supone la creación del mayor espacio peatonal que nunca haya tenido esta ciudad. En el caso el distrito del Centre Històric quedan abiertas exclusivamente las calles de les Carmelites, Jesuïtes, Duc Alfons el Vell, Sant Pasqual y Alcalà de Olmo. En el Raval-Prado son más las que aún disponen de tráfico rodado, pero el entorno de la plaza del Prado marca una gran mancha para uso exclusivamente de viandantes y ciclistas.

En el casco antiguo del Raval, y también en algunas calles del Grau de Gandia, tampoco está autorizado el tráfico de vehículos, pero se trata de espacios mucho más pequeños o de calles muy estrechas que difícilmente permitían el acceso de coches.