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Gandia quintuplica las sanciones por ruido al destinar policías de paisano en zonas de ocio

El Ayuntamiento ya uso el método, en pruebas, durante las pasadas fiestas navideñas con un «resultado esperanzador» - Por gritar en la calle, los agentes impusieron 37 multas por las apenas siete del pasado año y por botellón pasaron de 14 a 69

Gandia quintuplica las sanciones por ruido al destinar policías de paisano en zonas de ocio

El Ayuntamiento de Gandia ha quintuplicado en dos meses las sanciones impuestas a personas que generaban molestias por ruido en las calles. Una de las claves para este aumento ha sido la incorporación a la vigilancia nocturna de las zonas de ocio durante los fines de semana de agentes que patrullan de paisano y detectan este tipo de infracciones.

Lo que hacen estos policías no uniformados es «infiltrarse» entre la multitud en aquellos puntos que mayores molestias generan a los vecinos como pueden ser la plaza el Prado, el Centre Històric los centros comerciales Carrefour, La Vital, Plaza Mayor y el polígono Myo y en los mercadillos de la ciudad. Se encargan de identificar y, si es el caso, denunciar a personas que estén sobrepasando los niveles de ruido permitidos en la vía pública a altas horas de la madrugada. También, su función será la de velar por el cumplimiento de la ordenanza de convivencia cívica y de que las terrazas de los bares, restaurantes y cafeterías cierren a la hora que marca la normativa.

La medida se puso en práctica a modo de prueba durante las pasadas fiestas navideñas. El resultado ha sido revelador: Se han multiplicado por cinco el número de sanciones por diversas infracciones relacionadas con molestias en la calle.

Como muestra, el jefe de la Policía Local, Marc Cuesta y la concejala de Seguridad Ciudadana, Àngels Pérez, comparecieron ayer en rueda de prensa para hacer públicos los datos recogidos desde principios de diciembre a finales de enero. La campaña arrancó con las primeras cenas de empresa. «Si un grupo está gritando en la calle, cuando ve a un agentes uniformado que se acerca baja la voz pero si hay alguien de paisano no lo pueden detectar y es más fácil detectar la infracción», apuntaba Marc Cuesta.

Así, en lo que respecta a ruidos en la calle se ha pasado de 7 denuncias a finales de 2014 y principios de 2015 a las 38 de este año. En los controles por practicar botellón en zonas ubicadas en los alrededores de los locales de ocio se ha pasado de 14 a 69 sanciones, mientras que las multas han ascendido de 9 a 65 en el caso de personas que realizaron sus necesidades en plena calle.

«Los resultados no pueden ser más esperanzadores», señaló Cuesta en tanto que puede ser una buen ejemplo del camino que debe marcar el consistorio para erradicar el problema.

Y es que, el ayuntamiento se ha propuesto acabar de una vez por todas con un problema que perturba el bienestar de sus ciudadanos desde hace ya demasiado tiempo. Por ello ha impulsado esta medida que entra dentro de un plan que ha sido coordinado entre la Policía Local y la concejalía de Seguridad Ciudadana. Además de la figura de los policías de paisano, incluye el refuerzo en el número de agentes durante los fines de semana.

Cuesta explicó también que se ha actuado contra la práctica de sacar vasos de los locales de ocio a la calle. «Después de las cuatro primeras multas que interpusimos por esto, los negocios se concienciaron más y ya no hubo ninguna otra denuncia por este motivo», señaló. El jefe de la policía remarcó también que la inmensa mayoría de los locales cumplieron en el horario de cierre de las terrazas -solo se impuso una sanción- y destacó que las quejas vecinales por el ruido en los locales han descendido notablemente.

Por su parte, Àngels Pérez, quiso dejar claro que «antes de denunciar, informamos y no se fue a sancionar directamente» y señaló que «hemos actuado junto a los vecinos contra quienes no respetan los nombres».

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