El juzgado de primera instancia número 1 de Gandia ha emitido una sentencia que prohíbe al propietario de un piso de la playa de Gandia hacer uso de la vivienda durante un año por alquilarlo, durante varios años, a grupos de jóvenes que se dedicaban a celebrar en él despedidas de soltero o finales de curso generando importantes molestias a los vecinos y causando destrozos en los elementos comunes de la finca.

El piso en cuestión es propiedad de una empresa que, según la sentencia, alquilaba la vivienda, a través de una empresa de apartamentos «por trimestres, meses, quincenas y, en ocasiones, por semanas».

En la denuncia, los vecinos, se quejaban de que los inquilinos de este inmueble «entran y salen constantemente de la comunidad, dejando las puertas abiertas, causan ruidos a altas horas de la madrugada y escándalos debido al consumo de alcohol, gritos y música a todo volumen», todo ello, «impidiendo el descanso de los vecinos». En su denuncia, los afectados llegan incluso a señalar que a algunos de los propietarios «les ha creado un alto grado de ansiedad».

Según el juez que dicta la sentencia «ha quedado acreditado que la vivienda se destina a ser alquilada a grupos de jóvenes como apartamento turístico, llevando a cabo actividades perturbadoras para los vecinos del edificio».

En el escrito del magistrado se señala, además, que los vecinos llevaban desde el año 2010 recriminando la situación al propietario de la vivienda mediante burofax en 2010, 2012 y 2013, pese a lo cual siguieron las molestias.

El demandado, por su parte, negó que utilice este piso como «hotel encubierto» e incluso llegó a pedir que también se denuncie a quienes han hecho uso del piso generando las molestias de las que se quejan los vecinos.

Esta es la segunda sentencia que tiene lugar en Gandia y que impide a un propietario entrar a su vivienda por alquilarla para prácticas que generan molestias a los vecinos.

En junio de 2014, un juez emitió otra orden en la que clausuraba un piso por el plazo de tres años. En aquella ocasión se recogieron testimonios de vecinos que hacía años que no se acercaban a su vivienda para no tener que soportar los ruidos que se generaban en la vivienda denunciada.

Esta situación se repite en muchos edificios de Gandia. Ante estos casos, desde la Policía Local siempre recomiendan al resto de propietarios de la finca que interpongan denuncias, en tanto que supone una medida de peso ante el juez.