Un alcalde del PP de la Safor que en las pasadas elecciones municipales fue de los pocos que revalidó su mayoría absoluta, ha decidido demostrar con hechos la indignación que siente por todos los casos de corrupción que afectan a personas de su propio partido. Se trata de Javier Planes, primera autoridad de Daimús, quien ayer procedió a «reestructurar» dos placas inaugurales para borrar de ellas los nombres de personas que, pese a no existir condena judicial firme, ya puede decirse que han mantenido un comportamiento indigno de merecer un reconocimiento público.
Como ya ha ocurrido en otras comarcas, incluso con la dimisión del alcalde del Perelló, en Daimús Javier Planes es el primer alcalde del PP de la Safor que actúa públicamente para que no se le relacione con autoridades cuyo comportamiento avergüenza a la mayoría.
Así, Planes ha decidido borrar de dos placas inaugurales los nombres de otros tantos políticos corruptos. En primer lugar, desaparecerá la inscripción de Alfonso Rus, expresidente de la diputación y ahora figura central de la operación «Taula», quien en octubre de 2010 inauguró el campo de fútbol de césped artificial. La placa no se tirará, sino que volverá a colocarse con el nombre de Melchor Mañó, entonces alcalde, también del PP, que acompañó a Rus en la inauguración.
El segundo nombre en ser borrado corresponde nada menos que al expresidente de la Generalitat, José Luis Olivas, que accedió a ese cargo cuando Eduardo Zaplana dimitió para ser ministro de José María Aznar. Ahora Olivas está imputado por la nefasta y presuntamente delictiva gestión que se hizo en Bancaixa y, posteriormente, en Bankia.
La placa con el nombre de Olivas está en la escuela que hace más de diez años la inauguró quien era conseller de Educación, Manuel Tarancón. También en este caso la placa se repondrá, dejando solo a Tarancón, un destacado político del PP fallecido en el año 2004.
El alcalde de Daimús no dudó un instante en contestar cuando este periódico le preguntó por el motivo de su acción. «Lo que estamos viendo me parece de lo más vergonzoso», indicó Javier Planes, quien confesó, refiriéndose concretamente al caso de Alfonso Rus, que él se siente «no indignado, sino lo siguiente». El alcalde del PP quiso dejar claro que una cosa son los políticos corruptos y otra el partido al que pertenecen o han pertenecido. «Yo me siendo orgulloso de ser del PP y he sentido vergüenza, la misma que creo que comparten las personas del PP y la mayoría de los vecinos de este municipio» por todos los casos que se están revelando de corrupción política.
