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«Agroecología», una nueva salida para el campo

Además de potenciar el producto autóctono, la técnica aboga por salarios y condiciones dignas para los trabajadores

«Agroecología», una nueva salida para el campo

Ante la imparable pérdida de rentabilidad que se viene produciendo desde hace casi dos décadas en la agricultura valenciana, no son pocos los que han decidido abandonar sus campos porque ya no resultaban rentables de ninguna de las maneras.

Por parte de las administraciones se han puesto en marcha iniciativas, como los bancos de tierras, que no han acabado de cumplir el objetivo deseado de cultivar bancales baldíos y servir como una salida al paro, pero aun así todavía hay personas que se resisten a resignarse en la idea de que la tierra ha dejado de ser un sector en el que poder ganarse la vida.

Entre esas fórmulas figura la de desarrollar una agricultura sostenible y de proximidad que permita revitalizar campos que en los últimos años han quedado abandonados. Reinventar la actividad agrícola y volver a convertirla en un motor económico.

Una de esas experiencias novedosas es la «agroecología», un término que ha sido acuñado por una asociación llamada Grupo Connecta Natura que está formada por jóvenes que han cursado estudios en distintos ámbitos académicos, desde ciencias ambientales a ingeniería de montes u obras públicas pasando por técnicos en gestión medioambiental y paisajismo.

El concepto de «agroecología» se sustenta en la transición de la agricultura tradicional a la ecológica. Este proceso implica un cambio en el uso de los productos que se utilizan para el control de plagas. Se trataría, en este caso, de sustituir los químicos comunes por aquellos que están recomendados para el cultivo ecológico.

David Navarro, miembro del grupo, señala que la «agroecología» y la «agricultura ecológica» no son lo mismo, si bien la segunda se engloba dentro de la primera. La agricultura ecológica «se queda en la fase de la sustitución de los productos químicos», apuntan desde Connecta, mientras que el método de «agroecología» que ellos utilizan va algo más allá en el concepto de relación con el medio ambiente.

El objetivo de este método es el de lograr que la finca «se autorregule», esto es, que sea capaz de ser productiva por ella misma, sin necesidad de «factores externos». La finalidad es que se eliminen totalmente los químicos fitosanitarios y se pueda elaborar un producto cien por cien natural.

Según explican a este periódico, para ello es necesaria la potenciación de los procesos naturales. «Por ejemplo, debemos favorecer el incremento de los insectos beneficiosos que se alimentan de las plagas». Este paso implicaría también que la finca desarrolle una vegetación favorable al cultivo que se trabaje.

El objetivo final de estos dos primeros procesos es el de alcanzar un sistema de producción agrícola no solo sostenible económicamente, sino también socialmente. Esto implica una defensa y promoción de los salarios dignos de los trabajadores del campo, el reconocimiento de los agricultores, condiciones de trabajo adecuadas y conservación del patrimonio agrícola.

En definitiva, se trata de «recuperar el control sobre lo que comemos, recuperar la producción, el consumo local y de temporada, dar valor al trabajo y conocimiento de los agricultores a través de una gestión que respete y cuide el medio ambiente y a las personas que viven en el territorio donde se desarrolla».

Desde la asociación consideran que «la recuperación de la agricultura es una pieza fundamental para una transición hacia un modelo sostenible y de futuro», y creen que la «agroecología» es uno de los métodos. Navarro añade que este novedoso sistema de producción agrícola se puede aplicar a todos los cultivos.

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