Si es importante que los niños aprendan lenguaje, matemáticas inglés, valenciano, medio natural o practiquen gimnasia en el colegio, no lo es menos que conozcan las normas básicas de circulación, las señales, qué significa cada color de los semáforos o por dónde debe circular la bicicleta que usan para desplazarse por la calle.
Carlos Castelló, un maestro el Colegio Parroquial San José-Patronato de Tavernes de la Valldigna ha sabido cómo hacer que los niños asimilen las nociones de educación vial de una forma natural, como aprenden a leer o escribir, pese a que esta materia no es de las que forman parte del currículo escolar establecido. Lo ha hecho a través de un proyecto en el que integra la educación vial en los ejercicios de su asignatura, la educación física o gimnasia.
El trabajo, que aplica desde hace meses, ha sido premiado por la Dirección General de Tráfico (DGT) y explica un proceso que va desde la creación de los materiales necesarios para desarrollar el aprendizaje, como las señales o el circuito, hasta la aplicación de ejercicios en los que ponen en práctica las nociones que han ido aprendiendo en las sesiones teóricas con sus maestros. Se trata de una metodología que se puede aplicar en todos los cursos de Infantil y Primaria.
La puesta en práctica del método se desarrolla a través de ejercicios en el patio del colegio, donde se monta el circuito que previamente han elaborado los propios alumnos.
La actividad principal son los desplazamientos a través del circuito. En ellos, los pequeños deben experimentar solos la circulación. Es en ese punto donde los alumnos ponen en práctica lo aprendido sobre señales, sentidos de circulación, conductas correctas, etc.
A través de estos ejercicios se trabaja la motricidad y la actividad física «elementos fundamentales para los niños porque les ayuda a crecer sanos en el aspecto físico y a desarrollarse de forma cognitiva, emocional y afectivamente», según apunta el trabajo.
Corren, caminan deprisa, hacen ejercicios con la pelota en la mano, recorren el circuito con un balón en los pies, todo respetando siempre las normas de circulación. «El objetivo es que se den cuenta de que no es tan fácil como parece». Los alumnos también son «multados» por no cumplir con las normas establecidas «y deben aceptarlas», explica el trabajo. Eso les ayuda también a saber qué han hecho mal.
Casi sin darse cuenta, mientras aprenden a circular como peatones están también desarrollando actividades beneficiosas para su motricidad, en definitiva, practicando ejercicio.
Actividades en bicicleta
En la siguiente fase el maestro introduce los vehículos de los que habitualmente hacen uso los más pequeños para desplazarse o simplemente para jugar, bicicletas y patinetes.
En este caso, las clases hacen especial hincapié en el uso del casco «ya que eso crea en los alumnos hábitos de responsabilidad y seguridad», apunta Castelló en el proyecto premiado por la DGT. Incide, además, en que esta metodología sirve para que los niños transmitan en casa «la adopción de esas conductas».
El maestro también explica a Levante-EMV cómo al tiempo que iba desarrollando el proyecto pensando que permitía a los niños afrontar su asignatura de una forma distinta, más motivadora, «me di cuenta de que les podía aportar aptitudes en otras materias, como son la artística, la musical e incluso la comprensión lectora».
Eso hizo que se implicaran en el proyecto otros departamentos del centro. A nivel artístico, los alumnos ponían en práctica lo aprendido en plástica pintando las señales de tráfico, elaborando los bordes del circuito y, en definitiva, preparando todos los materiales con los que trabajan en clase.
Por otra parte, a nivel musical, los pequeños han creado una canción titulada «La Carretera» en la que llaman a respetar las normas de circulación. La letra ha sido elaborada por los alumnos y para la melodía han contado con el maestro de música del centro escolar. El trabajo colaborativo es otra de las competencias que adquieren a través de esta metodología. Además, profesores de Secundaria elegían obras literarias sobre educación vial y las leían en clase.
Visita de la Policía
El proyecto de Castelló incluye otras actividades como charlas de agentes de la Policía Local de Tavernes, que, a petición de los niños, les enseñan el interior de los vehículos patrulla y su funcionamiento o la visita a un circuito de karts, donde ponen en práctica todo lo aprendido en las clases.
