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«Borinot el que no bote»

La Federació de Falles pide que se evite la palabra «maricón» para no ofender al colectivo homosexual

«Borinot el que no bote»

Desde hace tiempo hay personas que integran comisiones falleras que tratan de evitar la falta de respeto hacia las personas homosexuales. Lo hacen pidiendo a sus compañeros que no canten aquella famosa y repetida tonadilla de «maricón el que no bote», pero no es menos cierto que aún son muchas las ocasiones en que se puede escuchar esa expresión que supone una ofensa a la diversidad sexual.

Precisamente para intentar erradicar esa «costumbre», la Federació de Falles de Gandia, junto al ayuntamiento, se han unido a la campaña iniciada por el Col·lectiu Lambda de Valencia y las asociaciones LGTB de diversidad sexual.

La intención es sencilla. Cambiar la palabra «maricón», que en esos actos se usa de forma despectiva, por la de «borinot», término que, en valenciano, designa a un insecto y, refiriéndose a las personas, a quien mantiene actitudes impertinentes o poco decorosas.

Así, es posible que desde ahora empiece a sonar por las calles de Gandia «borinot el que no bote», y para ello ya cuentan con la colaboración de la Federació de Societats Musicals de la Comunitat Valenciana, que también considera necesario asumir el respeto hacia todas las personas, sea cual sea su orientación sexual.

La campaña no supone una prohibición de cantar «maricón», pero sí una propuesta constructiva y edificante. Lo señalaron ayer representantes de asociaciones LGTB de la Safor, de las fallas de Gandia y los concejales Lorena Milvaques y José Manuel Prieto, que presentaron esta campaña.

Telmo Gadea, presidente de la Federació de Falles, recordó que la diversidad sexual también se da en las comisiones falleras y señaló que, si bien en la mayoría de los casos cantar «maricón el que no bote» no tiene una intencionalidad maliciosa, «queda claro que se está ofendiendo a un colectivo». Gadea pidió extender esta campaña especialmente a los más jóvenes para que desde ahora la orientación sexual no se use como un motivo de escarnio o de menosprecio.

Varias ciudades falleras, entre ellas la mismísima Valencia, también se ha unido a esta campaña para que los colectivos de falleros, una fiesta que se caracteriza por la ironía y la burla, abandone actitudes que, poco a poco, la sociedad va arrinconando.

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