La Comisión Territorial de Urbanismo de Valencia ha dado luz verde a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Gandia que va a permitir al ayuntamiento de esta ciudad vender las 80 plazas de un «parking fantasma» que se construyó entre los años 2009 y 2010 que, desde entonces, ha permanecido vacío y sin dar ningún provecho.
El garaje se encuentra situado en el subsuelo de la guardería infantil, también de propiedad municipal, situada entre las calle Jaume II y Perú, y la obra se realizó con el objetivo de recaudar dinero mediante la cesión de las plazas y así recuperar una parte de la inversión que se destinó a la guardería infantil.
Con el cambio de gobierno que se produjo en las elecciones de 2011, esa iniciativa quedó aparcada y durante los últimos cuatro años el párking ha permanecido vacío a pesar de que se encuentra en una zona densamente poblada que, como casi todo el resto de la ciudad, sufre la ausencia de espacios para dejar el coche.
Con la llegada del nuevo Gobierno local del PSPV-PSOE y Més Gandia surgido de las elecciones de 2015, el departamento de Urbanismo retomó la idea y decidió sacar provecho ese espacio público. La mejor opción consistió en vender directamente las cocheras con la intención de recaudar la mayor cantidad de dinero posible.
Para ello se ha tenido que solicitar a la Generalitat un cambio en la clasificación del suelo, pasándolo de dotacional a patrimonial, aspecto que permite la venta y que fue el que aprobó el viernes la Comisión Territorial de Urbanismo.
A 13.000 euros cada una
El siguiente paso es que la empresa municipal IPG, que ya está en fase de liquidación y que es titular de esa instalación, apruebe el traspaso del garaje al ayuntamiento y así proceder a la venta de las 80 plazas y de una decena de trasteros situadas en el mismo lugar.
Según las previsiones municipales el precio de venta podría situarse en unos 13.000 euros por cada una de ellas, de manera que se llegaría al millón de euros, cantidad que le vendría bien a un ayuntamiento con deudas que superan los 300 millones.
En estos años transcurridos el ayuntamiento ya ha perdido dinero porque hoy, como el resto de propiedades inmobiliarias, se paga mucho menos por las plazas de garaje que hace unos años. En algunas zonas la devaluación ha rozado el 50 % en solo cinco años.
