La quinta edición de «La Passió d'Oliva» volvió a congregar el domingo pasado a cientos de personas en el barrio de Sant Roc el pasado domingo. Los actos arrancaron con el tradicional juicio a Jesús, con Poncio Pilatos al frente, y posteriormente se desfiló por las calles del barrio hasta llegar al Calvario de la localidad, que sirvió de marco del tramo final de esta representación organizada por la Associació Cultural La Passió d'Oliva.
Este año hubo grabación a cargo de televisiones valencianas para ofrecer un reportaje del acto que, año tras año, se va consolidando.
Cabe destacar el fenomenal trabajo de todo el equipo dirigido por Mónica Castillo, que volvió a representar a la Verónica, mientras que su esposo David Capellino representó a Jesús de Nazaret y la madre de este, Conxín Vallés, hace el papel de la Virgen María. Miguel Ángel Pérez volvió a destacar en su papel de Poncio Pilato, y María Magdalena este año fue Susi Castillo. José de Arimatea fue representado por Carlos Cañamás, y Abenader, Diego Sánchez, mientras que San Juan fue Juan Cobo. Francisco Mollá volvió a sorprender como Barrabás, Ángel Avargues fue Simón de Cirenene y Vicente Pericás y Julio Llorca los fariseos. Jordi Lleches y Álex Mestre volvieron a ser los ladrones crucificados, Paco Ibiza y Vicente Capellino los soldados romanos azotadores. Y también ensalza el acto la gran presencia de público.
Gustaron mucho los nuevos trajes de romanos que salieron en la representación teatral, con sus escudos y los nuevos cascos de plumas completamente distintos a los que tiene la hermandad olivense del Jesús Nazareno. El buen tiempo acompañó a que la representación fuera seguida por mucho público hasta el tramo final en «Les tres casetes» con la crucifixión, el descendimiento, con la estampa de la Virgen de la Piedad, entierro, cambio de guardia y finalmente la resurrección de Jesús.
