El mercado inmobiliario de la comarca de la Safor parece que ya hace algunos años que tocó fondo y en 2015 empezó a dar algunas bocanadas que le permiten tomar aire y situarse en una senda que puede llevarle a la recuperación. Hay que ser muy cauto, puesto que, aunque los datos han mejorado ligeramente, están aún muy lejos de aquellos años de una burbuja que, dicho sea de paso, es muy difícil que vuelva a reproducirse. Valga como ejemplo que en diez años, la venta de pisos y casas en la comarca de la Safor ha caído un 60 %, lo que en cifras absolutas vienen a significar más de 3.200 viviendas.
Otro dato a tener en cuenta es que la recuperación es una quimera para el sector de la construcción, que ve cómo la enorme cartera de inmuebles que quedaron por vender tras el estallido de la burbuja y las que están en manos de los bancos, es decir las moradas de segunda mano, le han comido prácticamente todo el pastel inmobiliario hasta suponer más del 90 % de las transacciones que se generan en la comarca.
De hecho, son muchas las empresas intermediarias las que han visto en la venta de pisos de los bancos un filón con el que mantenerse y no verse obligadas a cerrar.
Por lo que respecta a los datos de 2015, la comarca acumuló la mejor cifra de venta de viviendas en cinco años con una suma de 2.210, y eso que el cuarto trimestre no fue excesivamente mejor que el anterior, puesto que solo se produjeron 13 transacciones más (apenas un 2,3 %). Respecto a 2014, el repunte fue del 9,1 %.
Hay que remontarse hasta 2010 para encontrar una cifra similar de operaciones inmobiliarias. Ese año se vendieron 2.352 pero al año siguiente, 2011, el mercado llegó a su mínimo histórico con apenas 1.536 operaciones de compraventa.
En los meses que van de octubre a diciembre, el número de transacciones fue de 563, representando el mejor cuarto trimestre en tres años. Sin embargo, no fue el periodo del 2015 con las mejores estadísticas de venta, ya que este honor le correspondió al segundo (de abril a junio) con un total de 646 viviendas vendidas.
Por municipios, en las dos grandes ciudades de la comarca, Gandia y Oliva, aumentaron las cifras de ventas. La capital comarcal sumó 973 viviendas, un 18 % más que en al año anterior. En Oliva se vendieron un total de 379 casas y pisos, lo que supuso un 21,4 % más respecto al 2014. Por su parte, Tavernes de la Valldigna fue de los pocos en los que disminuyó la venta al pasar de 175 a 168.
