Beniarjó se ha convertido en el segundo municipio de la comarca de la Safor en adherirse al Banco de Alimentos de Valencia, entidad que reparte comida entre personas en riesgo de exclusión o familias con todos sus miembros en paro. El primero en convertirse en localidad asociada a esta entidad solidaria fue Oliva.
En el caso de Beniarjó, el departamento de Servicios Sociales que dirige la edil de Compromís Rosa Montaner, estima que atenderá a unas 60 personas. «No solo se dará servicio a aquellas familias que estén en riesgo de exclusión sino también a algunos vecinos que aunque no lleguen a tal extremo estén pasando dificultades porque están en el paro», señalaba la edil ayer.
De ese modo, el municipio recibirá tres cargamentos de comida no perecedera al año (una cada cuatro meses), la cual será repartida a los usuarios por parte de una quincena de voluntarios, cada quince días.
A esta aportación se sumará otra que llevará a cabo, a parte del Banco de Alimentos, el propio ayuntamiento, en este caso de productos frescos (quesos, yogures, etc) que serán también repartidos en la misma bolsa que la de productos no perecederos.
La apertura de este banco de alimentos ha sido posible gracias a la cesión de un almacén por parte de la fundación Borràs Estela. Mientros que los empresarios Vicente Giner y Antoni Blay han sido los encargados de adquirir y ceder los congeladores y refrigeradores para mantener los productos frescos hasta que son repartidos.
La trabajadora social del ayuntamiento será la encargada de evaluar a cada usuario y establecer las prioridades. Una vez entren en el programa, el departamento de servicios sociales llevará a cabo un seguimiento periódico de los usuarios para comprobar si su situación ha cambiado a mejor, lo que conllevaría un cambio en los criterios de evaluación y por lo tanto de priorización.
