La tercera edición el San San, el festival musical que reúne a grupos punteros del panorama indie-pop español y que se celebra en Gandia hasta el domingo, arranca hoy con una fuerte oposición de un grupo de vecinos de la playa, que considera que el lugar escogido, el complejo Falkata Sundown Beach, no es el adecuado para un evento de estas características por las molestias que puede causar a las viviendas, ubicadas a escasos metros del recinto.
El distanciamiento entre la Asociación de Vecinos por la Convivencia de la Playa de Gandia, entidad que preside Paco Pajares, y el Ayuntamiento de Gandia quedó patente en la junta de distrito del Grau, que se reunió la noche del pasado martes con carácter extraordinario para tratar exclusivamente el asunto del festival y que estuvo presidida por el edil Miguel Ángel Picornell.
El principal punto de fricción se encuentra en que esta agrupación de vecinos denuncia que el consistorio no les ha entregado toda la información que habían requerido para comprobar que todo el expediente presentado por la empresa organizadora del evento contaba con toda la documentación en regla. Los miembros de la entidad tacharon la junta de «vergonzosa». Además, la asociación había presentado una serie de alegaciones al expediente.
Denuncian que si no se les ha hecho llegar lo que han pedido es porque «el San San todavía no tiene el permiso concedido y le falta acreditar documentación», pese a que arranca hoy mismo.
A este respecto, el responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Gandia, Vicent Mascarell, respondió que sí que se les había entregado toda la documentación requerida y que había cierta información que no les podían dar «por la ley de la protección de datos».
El representante municipal, ayer, explicó a Levante-EMV que la organización del San San «tiene toda la documentación en regla». Cabe explicar que la ley permite celebrar grandes eventos contando con una figura administrativa llamada OCA (declaración responsable), que está validada por ingenieros y empresas especializadas y que ayer recibió el visto bueno de los bomberos y todos los cuerpos de seguridad. Eso significa, según Mascarell, que el Ayuntamiento no tiene que llevar a cabo el acto administrativo de conceder el permiso.
Tijeretazo a los horarios
El guiño con los vecinos por parte del Gobierno local ha estado en el recorte de los horarios. Desde el ayuntamiento explicaron que la promotora de los conciertos había pedido permiso para llevar a cabo la actividad entre las 12 del mediodía y las 6.30 horas de la madrugada. Sin embargo, los servicios municipales recortaron esas pretensiones y solo han permitido a la organización abrir entre las 16 horas y las 2.30 de la madrugada, dejando una hora (hasta las 3.30 horas) para desalojar el recinto con el compromiso de que se haga con la música a un volumen muy bajo.
Tanto los bomberos como la Policía Local y la Nacional tienen ya todo el dispositivo a punto para un evento que espera reunir a más de 30.000 personas durante los cuatro días de conciertos. Ayer mismo, representantes de los distintos cuerpos de seguridad visitaron el recinto para comprobar que cuenta con todas los elementos a los que obliga la ley.
