La Semana Santa de Gandia no se ha olvidado de quien fue abad la Colegiata y de quien, desde este cargo, impulsó las celebraciones y mantuvo una buena relación con las hermandades de la ciudad.
Se trata de Alberto Caselles Fornés, fallecido el pasado mes de octubre en su localidad natal de Gata de Gorgos tras una vida dedicada al ministerio sacerdotal.
Su fallecimiento no ha hecho que esté ausente de las celebraciones de Gandia. La noche del jueves pasado, durante el emotivo encuentro de las imágenes de la Virgen Dolorosa y Nuestro Padre Jesús Nazareno que tiene lugar en la plaza Major, se recordaron las oraciones que en ese mismo lugar y en ese mismo acto protagonizó el abad Caselles en 1994.
Pese a haberse jubilado hace años y vivir en Gata de Gorgos, el sacerdote solía visitar con frecuencia Gandia invitado por los muchos amigos que dejó, y nunca faltó a algunas de las celebraciones de la Semana Santa que durante 17 años presidió en calidad de consiliario de la Junta Mayor de Hermandades.
El pasado 30 de octubre, cuando tenía 87 años, su corazón dejó de latir. El día anterior todavía había concelebrado misa en la iglesia de Sant Miquel de su pueblo, y el funeral estuvo lleno de gandienses que quisieron rendirle su reconocimiento y un tributo a su labor en la Colegiata.
