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La Mancomunitat concede su máximo galardón al pelotari de Oliva, Waldo Vila

El XI Guardó Francesc Ferrer i Pastor reconoce a gente o entidades que favorezcan a la comarca

La Mancomunitat concede su máximo galardón al pelotari de Oliva, Waldo Vila

El Guardó Francesc Ferrer i Pastor es la máxima distinción creada por la Mancomunitat de Municipis de la Safor para reconocer la especial labor realizada por personas, instituciones, asociaciones, empresas o colectivos de la comarca que en sus actividades ya sean artísticas, culturales, deportivas, cívicas, profesionales o investigadoras hayan destacado de una forma pública y notoria, favoreciendo los intereses de la Safor y su progreso cultural, económico o social en general.

Este año y por acuerdo unánime en el último pleno del 22 de marzo se concede al pelotari olivense Waldo Vila Gilabert. La fecha y el lugar de la entrega del mismo será comunicado en breve por la Mancomunitat.

Esta distinción no tiene dotación económica. Consta de una escultura que simboliza la Safor-Valldigna diseñada y creada por el artista de Tavernes, Josep Enric Grau. En los años anteriores ha sido concedida a Francesc Ferrer i Pastor a título póstumo, Col·lectiu de Mestres de la Safor, Grup de Danses Trapig de Beniarjó, Escola Politècnica Superior de Gandia (Universitat Politècnica), Joan Pellicer a título póstumo, Pluja Teatre, Josep Piera, Francisco Brines, Grupo Dulcesol y Antonio Pellicer.

Waldo nació en Antibes (Francia) el 27 de diciembre de 1978, pero a los pocos meses llegó a Oliva, de donde eran sus padres, Pepe e Isabel, que tuvieron que emigrar a Francia por motivos laborales. Su nombre proviene de un jugador de fútbol del Valencia porque su padre tenía una gran afición por el fútbol y no quería nombres demasiado cotidianos para sus hijos y decidieron ponerle Waldo y a su hermano Walter, en homenaje a dos jugadores del Valencia CF.

Su afición a la pelota se inicia a los 8 años. Vivía muy cerca del trinquet de Oliva y de la mano de su padre fue a ver una partida un domingo por la mañana. Desde aquel momento la pelota siempre ha sido su deporte y un estilo de vida. A los 15 años empezó a jugar partidas anunciadas en Oliva o El Zurdo de Gandia y a las 18 debutó en la Lliga Professional y empezó a dedicarse a entrenar y a jugar, otorgándole una gran importancia a la preparación física, aspecto que era bastante desconocido en el mundo de la pelota en aquel momento porque la gran mayoría de jugadores se formaban a partir de su experiencia técnica y de jugar partidas. Esta dedicación hizo que a los 20 años consiguiera su primer título en campeonato individual y esa misma temporada conseguía ser subcampeón de la liga por equipos.

A estos éxitos le han seguido otros nueve títulos de campeón individual y seis más de la Lliga Professional de raspall, el de campeón mundial de 'llargues' con la selección valenciana o del Trofeu Mancomunitat de la Safor, sin olvidar todos los subcampeonatos que ha alcanzado y las finales a las que ha llegado.

Actualmente no juega porque está lesionado.

Pero Waldo no es solo un jugador professional de raspall, ya que trabaja desde hace 10 años en diferentes escuelas de pelota y en la promoción de este deporte entre los más jóvenes, así como en la organización de trofeos, campeonatos y partidas. Siempre ha estado vinculado a la pelota como monitor, gestor y/u organizador.

También ha ampliado su campo laboral dentro del mundo de la gestión deportiva al frente de una empresa de servicios con la organización de actividades de diferentes disciplina.

Entre 2007 y 2011 fue concejal de Deportes y Juventud de Oliva.

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