Brigadas forestales, bomberos de la Safor, una avioneta y un helicóptero de la Generalitat evitaron ayer que el incendio generado en un cañar situado en el cauce del río Vernissa se propagara hacia una zona forestal poblada de pinos adultos. De hecho, el desastre ecológico que eso habría generado se quedó a apenas 50 metros, según narraron a este periódico testigos presenciales, entre quienes estaba el alcalde de Alfauir, Marcos García.
El incendio se originó justo al lado de un badén que cruza el río Vernissa, dentro de Alfauir pero muy cerca de los términos municipales de Ador y Palma de Gandia. Al estar junto a un camino se sospecha que pudo ser fruto de una negligencia o, peor aún, intencionado.
Aprovechando la sequedad del denso cañar existente en ese tramo del río, las llamas se propagaron con rapidez, y solo la inmediata actuación de los equipos terrestres pudo evitar el desastre. Cuando las aeronaves enviadas por la Generalitat acudieron llegó el alivio y el siniestro fue rápidamente controlado y apagado.
Según ha podido saber este periódico, este incendio, y sobre todo su posible propagación a áreas forestales de enorme valor ambiental, se habría podido evitar si la Confederación Hidrográfica del Júcar hubiese hecho caso a las peticiones que, por escrito, le han planteado propietarios de esa zona. Al menos desde hace un año se ha exigido, sin lograrlo, que se retiraran las cañas secas que se acumulan en esta zona y que la convierten en un auténtico polvorín. Ayer algunos de esos propietarios contemplaban, con impotencia e indignación, las labores de extinción de un fuego que, de haberles hecho caso, se habría evitado.
