Si se sabe que el 11 de septiembre de 1996 la lluvia dejó en Barx, en un solo día, la espectacular cifra de 566 litros por metro cuadrado es gracias a la paciente labor de un hombre que desde principios de esa década se ha dedicado a recopilar los datos meteorológicos de este municipio. Se trata de Joan Miquel Donet Clímaco, quien, sin esperarlo, hace unos días recibió, junto a otros colaboradores, el reconocimiento público de la Agencia Estatal de Meteorología en Valencia.

Él le resta importancia a ese homenaje, pero confiesa su pasión por el tiempo ambiental y su satisfacción por haber podido contribuir, y todavía lo hace a diario, a saber algo más sobre los fenómenos del cielo en este pequeño rincón de la Safor que, como dato nada desdeñable cuando se habla del clima, es el municipio situado a mayor altura en esta comarca, a unos 350 metros sobre el nivel del mar.

Donet cuenta que todo surgió por su padre, responsable de un motor de riego de Barx, que le informaba de los periodos de sequía a partir del descenso en el nivel del agua subterránea. «Me sorprendía cuando el pozo se secaba», comenta, y añade que ya en aquellos tiempos le decían que en Barx «llovía el doble que en Valencia».

Fue eso lo que le llevó a cavilar cómo medir la lluvia, y entonces surgió Mariano Medina, el «hombre del tiempo» de Televisión Española, que un día explicó el método más sencillo, consistente en situar un recipiente con las mismas dimensiones, desde la boca hasta el fondo. Cada milímetro acumulado equivale a un litro por metro cuadrado.

Joan Miquel puso su pluviómetro, al que incorporó termómetros de máximas y mínimas, primero en su vivienda de Barx, pero años después montó otra estación en la depuradora de aguas residuales, en campo abierto junto a la carretera de Simat.

El resultado de anotar sistemáticamente, día a día, todos los datos es una relación climática de gran valor científico, tanto para conocer las peculiaridades del microclima de Barx como del conjunto de la Comunitat Valenciana.

Donet remite a la Aemet las temperaturas máxima y mínima, si ha habido rocío, la lluvia caída, las tempestades, el viento y si se han producido heladas significativas.

Inundaciones anotadas

Gracias a eso se sabe de los espectaculares 566 litros caídos el 11 de septiembre de 1996, el mismo día que el río Vaca se desbordó, por pura lógica, en la Valldigna. Y también que en tres jornadas de mayo de 2002 cayeron más de 700 litros, lo que provocó que casi se desbordara el barranco de Beniopa en Gandia.

Joan Miquel Donet no es hombre de ordenadores, de manera que, mirando sus papeles, se tiene constancia histórica de los 40 centímetros de nieve que cayeron en febrero de 1983, un mes en que también se registró la temperatura mínima de toda su cronología: 7,5 grados bajo cero. Ese febrero fue el más frío en Barx desde que se tienen datos fidedignos, con una media de 5,7 grados. El otro registro significativo por frío es el de los 6 grados bajo cero que marcó el termómetro en febrero del reciente año 2012.

Y, como es lógico, también en esta zona alta de la Safor se nota el cambio climático. Sus datos revelan que, hasta el año pasado, en Barx solo había alcanzado una vez los 40 grados de temperatura. En cambio el verano pasado fueron dos los días en que el mercurio llegó a ese nivel sofocante. Y, como en el resto de la Comunitat Valenciana, también este pasado invierno ha sido el más cálido y seco que se recuerda, con registros impropios de los meses de diciembre, enero y febrero.

Llueve menos que antes

De la paciente labor de Joan Miquel Donet se extrae un dato climático de gran interés, dado que sus observaciones permiten afirmar que en Barx ahora llueve menos que años atrás. En el periodo comprendido entre 1981 y 2010 la media anual de agua acumulada fue de 1.178 litros por metro cuadrado. En la serie que va del año 2000 al 2015 la cifra se reduce a 1.069 litros, es decir, 109 litros menos al año.