El alcalde de Tavernes de la Valldigna, Jordi Juan, anunció, durante el pleno del pasado martes, que los inmuebles del municipio experimentarán el próximo año, 2017, una bajada catastral del 8 %.

Este descenso es, según Juan, fruto del trabajo que ha llevado a cabo el consistorio vallero con la gerencia del catastro y tiene como objetivo acabar con la «anómala situación» de que actualmente el valor de los inmuebles es más de un 50% superior del de mercado, lo que afecta a «las transmisiones y al cálculo de algunos tributos e impuestos» que pagan los propietarios.

El máximo representante vallero explicó durante su exposición que, según la propuesta de la misma gerencia, se aplicará un coeficiente corrector del 0,92 a los valores catastrales de los bienes inmuebles de Tavernes. El municipio se adherirá a esta propuesta mediante una comunicación de la alcaldía.

«Esta medida será beneficiosa para la ciudadanía en lo que respecta a la declaración de los impuestos de la renta o de patrimonio, así como a las operaciones de transmisiones, plusvalías o solicitud de becas y ayudas», apuntó el alcalde vallero.

Durante la misma sesión plenaria, el ayuntamiento informó de que aquellos terrenos rústicos ubicados en zonas urbanizables donde no se haya desarrollado el plan, empezarán a beneficiarse este mismo año de los nuevos valores catastrales aprobados en 2015. Así, como en su día informó este periódico, una parte de estos propietarios pagará IBI urbana pero muy reducido y en otras zonas se tributará como terrenos rústicos y por lo tanto pagarán un impuesto mucho mas bajo. No pierden su condición de urbanizables.

Cabe recordar que Tavernes ya impulsó con anterioridad medidas para rebajar sus valores catastrales. En el año 2014 se efectuó un descenso del 20 % en los valores catastrales fijados en la última ponencia del año 2006 llevada a cabo por el Ministerio de Hacienda.

«Para el gobierno siempre ha sido una prioridad situar los valores catastrales en el lugar donde se corresponde, de acuerdo con los valores del mercado. Los valores catastrales fijados en el año 2006 estaban totalmente fuera de lugar, y que esto suponía una carga fiscal injusta para la ciudadanía», dijo Juan.