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Se busca dónde hacer conciertos

La playa de Gandia es el destino preferido por los promotores pero su desarrollo urbanístico limita las opciones de celebrar eventos multitudinarios al aire libre El SanSan quiere seguir en la ciudad pese a las trabas de la última edición, descarta Falkata y pide al ayuntamiento más facilidades

Una de las actuaciones en la última edición del SanSan Festival, en el recinto de Falkata. rodrigo mena

El Gobierno de Gandia busca el emplazamiento ideal para autorizar macroconciertos al aire libre, con las premisas de que cumplan con la legalidad y que al mismo tiempo no generen molestias por ruido a los vecinos. En el caso de la playa -el destino preferido por los principales promotores- esto es casi como la cuadratura del círculo, ya que el desarrollo urbanístico entre la carretera Natzaret-Oliva y el mar se ha basado en suelo residencial, y más al oeste está el marjal y su entorno de especial protección, con las restricciones que ello implica.

Tanto el coordinador de Urbanismo, Vicent Mascarell, como la alcaldesa y máxima responsable en Turismo, Diana Morant, se han puesto a revisar el plano del término municipal. La experiencia más inmediata es la del SanSan Festival, entre los días 24 y 27 de marzo, donde ni la organización ni el Gobierno local se quedaron satisfechos por la ubicación definitiva; el recinto de Falkata.

La actividad era totalmente legal, porque la discoteca tiene licencia desde hace más de veinte años, pero durante ese tiempo se fueron construyendo viviendas cercanas, cuyos residentes se quejaron del ruido que les llegó del festival, apenas a 200 metros.

La Asociación de Vecinos por la Convivencia Playa de Gandia, presidida por Francisco Pajares, llegó incluso a sentirse defraudada con los partidos de izquierda que ahora están en el Gobierno local, ya que cuando eran oposición les apoyaron en sus reivindicaciones contra el anterior Ejecutivo del PP por estos asuntos. Con todo, a la Policía Local no le tembló el pulso para denunciar al SanSan por incumplimiento de horarios de cierre y por exceso de ruido.

Antes de que el SanSan y Falkata llegaran a un acuerdo, el Gobierno local había ofrecido la explanada de la antigua estación de mercancías, en el polígono Alcodar. Sin embargo, el festival acabó rechazándolo, porque montar desde cero toda la infraestructura era muy costoso y porque la organización quería estar junto a la playa, con una zona de acampada en condiciones, como suele ser habitual en estos eventos.

En las anteriores dos ediciones, 2014 y 2015, el SanSan se celebró en Wonderwall, pero desde este 2016 ya no pudo ser, porque la Generalitat dictó que ese suelo es incompatible con la celebración de este tipo de espectáculos.

2,5 millones de impacto

El Gobierno de Gandia no quiere que el SanSan se vaya, pero sus líneas rojas son tres: que no moleste a los vecinos, que no le cueste dinero al ayuntamiento y que la ubicación sea legal, sobre todo en materia de aforo y respuesta rápida ante posibles emergencias.

Y al festival, pese a la difícil relación con el actual Ejecutivo, también le gustaría seguir en Gandia. «La ubicación para este tipo de festivales es importante y lo será cada vez más, porque hay mucha competencia y los carteles de artistas son similares», explica Míchel Sepúlveda, director de Comunicación del SanSan, que calcula en 2,5 millones de euros el impacto del último certamen.

Sepúlveda confirma que hay ofertas de otros municipios, pero sitúa a Gandia como la primera opción por varias razones: «Es la ciudad donde nació, es fácil llegar desde Madrid, donde han venido muchos de los espectadores, y por Semana Santa suele hacer buen tiempo». Añade que un festival «no lo hacen sólo los artistas, que por cierto nos han apoyado muchísimo pese a los problemas que hemos tenido; también es interesante que el lugar escogido tenga un encanto especial, mar y naturaleza, sea agradable y sirva como decorado». Después del verano el SanSan comunicará su localización para la edición de 2017. Eso sí, Falkata queda descartado.

En el núcleo urbano de Gandia un lugar accesible es el polígono Benieto, junto a Leroy Merlin. Allí se celebrará por cuarto año el Gandia Sound Festival, entre los días 26 y 27 de agosto, con unas 3.000 personas. Los asistentes pueden acampar en el cercano parque Ausiàs March.

Auditorio Arena y Maremágnum

El problema de la falta de espacios en la playa no es nuevo. En la anterior legislatura, el PP trató de ofrecer alguna solución, aunque con poco éxito. Entre septiembre de 2011 y el verano de 2012 montó el Arena Auditorium, una carpa sobre el aparcamiento del parque Clot de la Mota, junto a la discoteca Bacarrá. Con una superficie de 1.350 m2, su aforo era de 2.200 personas. No estaba insonorizada y los vecinos denunciaron a los tribunales. Se celebraron algunos conciertos, como el de Bustamante en febrero de 2012.

Luego llegó el Maremágnum, un auditorio circular inspirado en el Coliseo que durante un único verano, el de 2012, albergó espectáculos de todo tipo. El recinto tenía una capacidad para 4.500 personas, de las cuales 2.200 en las gradas. Generó polémica no sólo por su elevado coste, sino porque se tuvieron que trasladar 16 pinos que llevaban allí más de veinte años. El auditorio semisoterrado que se construye en la plaza Baladre puede ser una solución para congresos, pero, con sus mil plazas, no para macroconciertos.

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