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Ador también reducirá este año un 8 % el valor catastral de las viviendas y pagará menos IBI en 2017

El alcalde, Joan Faus, destaca que, pese a la deuda, será el tercer descenso de impuestos en los últimos años

La Dirección General del Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda, reducirá este año, a propuesta del Ayuntamiento de Ador, el valor fiscal de las viviendas de esta localidad. Será, según ha señalado el alcalde, Joan Faus, en un 8 %, igual que ocurrirá con Tavernes de la Valldigna.

Esta modificación a la baja del valor de los inmuebles tendrá, como primera consecuencia, una reducción en las operaciones inmobiliarias que se realicen, de manera que se pagarán menos impuestos y tasas a las distintas administraciones por la venta o transmisión patrimonial de las mismas.

Pero lo más significativo será el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que supone el primer ingreso ordinario de la mayoría de los ayuntamientos. Como el cambio del Catastro se realizará este año, en 2017 el IBI se verá reducido en el mismo porcentaje del 8 %.

Según señala el alcalde Faus, esta será la tercera reducción del IBI en la localidad en los últimos años. En 2015 la bajada, también producida por una devaluación catastral, fue del 20 %, mientras que en el año 2012 fue el ayuntamiento quien situó el índice para determinar el pago del IBI en el 0,65, medio punto menos que el existente hasta ese momento.

Según indica el alcalde, el ayuntamiento, gobernado desde 2011 por la formación Gent d'Ador, ha defendido estas devaluaciones debido a que la ponencia del valor de los bienes inmuebles de la localidad tuvo lugar en plena burbuja inmobiliaria, cuando las viviendas alcanzaron precios desorbitados que, desde 2009, se han ido reduciendo hasta casi llegar a la mitad.

El descenso de los impuestos que eso ha supuesto para el ayuntamiento se ha realizado a pesar de la abultada deuda municipal, que ha sido gestionada mediante un Plan Económico y Financiero que prevé devolver a los bancos casi dos millones de euros en los próximos años.

«Ador ha reducido considerablemente los gastos y gracias a que tenemos encarrilado el pago de la deuda, podemos mantener a raya los impuestos», concluye Faus.

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