El municipio de Xeraco podría estrenar en la comarca de la Safor el sistema de quemas controladas en áreas de monte y en zonas húmedas cercanas al casco urbano para evitar que, en caso de incendio, las llamas se aproximen peligrosamente a las viviendas.
Lo reveló ayer el alcalde de la localidad, Francesc Serralta, que hace unos días invitó a técnicos de los Equipos de Prevención Integral de Incendios Forestales (Eprif) del Ministerio de Medio Ambiente, al apreciar un alto riesgo de daños en su municipio, tanto en el pueblo como en la playa. El mejor ejemplo fue el susto del año pasado, cuando un cañar incendiado en la playa se acercó muy peligrosamente a las viviendas, obligando a cerrar ventanas y llegándose a plantear una evacuación de las más próximas.
Aunque no hay nada decidido, lo que los técnicos del Eprif deberán determinar es si pueden incluir áreas de Xeraco en las llamadas «quemas prescritas», consistentes en la eliminación de vegetación mediante fuegos para evitar que, si se produce un incendio, pueda acercarse a las viviendas. Esas actuaciones, que necesariamente se tendrían que realizar antes del verano y siempre en condiciones ambientales que no lo desaconsejen, se combinarían con la limpieza mecánica y la retirada de vegetación y rastrojos.
Requerimiento a propietarios
El alcalde Serralta llevó a los técnicos a la playa, donde existen muchos cañares junto al casco urbano, y a otras dos zonas de la falda del Mondúber. En este último espacio, cerca del área de servicio de la autopista, existen entre 40 y 50 hanegadas de terreno que, a criterio del alcalde, podrían limpiarse con una quema prescrita.
En algunos casos son parcelas privadas de cultivos abandonados que quedan invadidos de vegetación susceptible de acelerar un incendio y de conducir las llamas hacia a las áreas habitadas.
El alcalde, que es miembro del Consorcio de Bomberos de Valencia representando a Compromís, indica que, paralelamente, el ayuntamiento está enviando decenas de requerimientos a propietarios de parcelas abandonadas comunicándoles su obligación de mantenerlas limpias para evitar, entre otros aspectos, insalubridad y riesgo de incendio.
