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Un estudio revela 10 puntos negros en la travesía de la CV-50 de Tavernes

El ayuntamiento presenta a la Generalitat un plan para «humanizar» la carretera, a la vista de que no se va a construir la variante - El plan que se ha remitido incluye una isleta junto al bar Madrid

Un estudio revela 10 puntos negros en la travesía de la CV-50 de Tavernes

Tavernes de la Valldigna ha asumido que la ansiada ronda de circunvalación que saque el tráfico de la travesía de la CV-50 tardará en llegar, por lo que desde los servicios técnicos del consistorio se está trabajando para aplicar medidas que permitan «humanizar» esa carretera y hacerla «más sostenible y que aúne la necesidad del paso del tráfico con la movilidad de las personas que cruzan a diario esta vía».

Así lo dijo el arquitecto municipal, Juan Tormo, en una conferencia pronunciada dentro de las actividades de la Setmana Ciutadana que se ha desarrollado en la ciudad organizada por la Associació de Veïns de Tavernes.

Tormo indicó que se ha propuesto a la Generalitat Valenciana, administración titular de esa carretera, «la adopción de medidas para humanizar la travesía de la CV-50 a su paso por la ciudad, tal y como planifica nuestro Plan de Movilidad Sostenible Municipal».

Además, el estudio de la travesía, que se ha remitido al departamento de Carreteras de la Generalitat, revela la existencia de diez puntos negros en la vía a su paso por el casco urbano. Esas zonas peligrosas arrancan en la rotonda de acceso a Tavernes y, entre otros lugares, se sitúan en la intersección de las calles Major, Ràfol y Salmerón (bar Madrid). En este último punto, según indica el estudio, se tendrían que habilitar medidas, como una posible isleta de reorganización el tráfico.

Esta no sería la única posible glorieta que se construiría, ya que en la zona oeste de la ciudad, en la salida hacia Alzira, se podrían construir dos más para poder regular las intersecciones entre la zona del nuevo instituto o el acceso a la calle Divina Aurora.

En otros lugares el estudio propone algún paso de cebra más, como es en el caso de la calle Alfandech o en las cercanías de la Casa de la Cultura, cuyo cruce es muy peligroso y los pasos de cebra más próximos están a más de cien metros de ese punto.

Grau: «Tenemos que hacernos oír»

El arquitecto Juan Tormo asume que «este es un proyecto que debemos trabajar muy a fondo para poder hacer más permeable la circulación en esta vía respetando a los vecinos pero también haciendo más fluido el tráfico que cruza Tavernes cada día y que con la llegada del verano se incrementa por el paso de vehículos desde el interior, y en especial de la vecina comarca de la Ribera, que vienen a pasar los días a la playa».

Desde el ayuntamiento se cuenta con la herramienta de la Mesa de Movilidad en la que cualquier ciudadano puede aportar ideas y consejos. «Los vecinos tenemos que hacernos oír y por eso es importante la participación», apuntó la presidenta de la Associació de Veïns de Tavernes, María Luisa Grau, quien señaló que «esta es una propuesta positiva y tenemos que hacer uso de ella».

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