Yasmina, una joven de 27 años de Favara (la Ribera), tenía decidido comprarse un coche, pero se esperó hábilmente al mes de mayo para adquirirlo en Gandia, en la Fira del Motor, y beneficiarse así de los espectaculares descuentos que están aplicando las marcas este fin de semana. «Me he ahorrado casi cinco mil euros», explicaba satisfecha el viernes pasado, cuando consumó la compra de un Clío de gasolina con motor 1.2 y 75 CV en el expositor de Renault Ginestar, en pleno paseo Gemanies. De 15.190 euros a 10.300, un descuento de 4.890 euros sólo por el simple hecho de firmar el trato en este evento.
Ahora, a esperar unos días y muy pronto podrá recoger su vehículo en el concesionario. «Es mi primer coche y también lo necesito por mi trabajo, porque soy profesora y me muevo mucho». Se decantó por un Clío «porque me han dicho que consume muy poco». Aunque estaba expuesto en la misma calle, Yasmina ya tenía suficiente información del vehículo, gracias también al despliegue que las marcas realizan en internet, con páginas que permiten remirar el coche desde todos los ángulos posibles. Así que el viernes, en apenas cuarenta minutos, formalizó la compra.
Se trata de un perfil de comprador bastante habitual en la Fira del Motor, en la que los concesionarios participantes prevén aumentar sus ventas un 10 % respecto a la edición del año pasado.
El reclamo, además de la posibilidad de comparar entre diferentes modelos expuestos en la calle, es precisamente los descuentos, que por término medio son de un 20 %. Los más frecuentes son entre 2.000 y 5.000 euros, aunque también se han visto rebajas de hasta 10.000 euros, en ventas exclusivas como el «kilómetro cero». Otra estrategia comercial es regalar algún año de mantenimiento o de garantía, todo ello con motivo de la Fira del Motor.
En la edición de 2015 se vendieron 512 unidades; 415 vehículos y 97 motos, lo que representa una facturación de 7.739.000 euros, un 31,5 % más que la edición anterior. De ellos, 284 correspondían a venta directa formalizada en la misma feria, frente a las 152 unidades de venta directa de 2014 y las 97 de 2013.
Por otra parte, la feria está teniendo repercusión económica sobre el comercio y la hostelería. La afluencia de visitantes beneficia especialmente a los restaurantes. «Se ha notado muchísimo respecto a un fin de semana normal de mayo; con este buen tiempo, si no estuviera la feria mucha gente se habría marchado a la playa», apunta Ana Vilaplana, del restaurante Al Punto, situado en la plaza Major.
Desde las ocho de la mañana Ana ya tiene clientes en su establecimiento, entre ellos los vendedores que desayunan o se hacen el primer café antes de abrir los expositores. Por tanto, un gran evento donde todos ganan.
