Más de 10.866 personas han visitado en un año los dos museos más importantes que actualmente tiene en funcionamiento la ciudad de Gandia, el Museu de Santa Clara y el Museu Faller.
Estos dos centros culturales gozan, a día de hoy, de muy buena salud y son un referente turístico en la capital de la comarca de la Safor. Su evolución es ciertamente positiva y es que, en el caso de la pinacoteca que acoge los lienzos propiedad de las monjas clarisas, hace apenas un año y dos meses que abrió sus puertas, concretamente el 28 de marzo de 2015.
Desde entonces, un total de 5.884 personas han admirado las antiguas y valiosas pinturas que cuelgan de sus galerías pero también esculturas y otro tipo de expresiones artísticas.
Además, en esos meses, más allá de la exposición permanente, las galerías de este esperado museo en la ciudad de Gandia han acogido actividades culturales de todo tipo, entre las que destaca, entre otros, un reciente recital de la coral Veles e Vents.
Desde septiembre, además, se organizan talleres didácticos todos los domingos del mes. Están organizados por la Asociación de Amics del Museu de Santa Clara y se han llevado a cabo varios conciertos de música clásica con una excelente aceptación de público.
Durante este año de funcionamiento del museo, la mayoría de los visitantes han sido los habitantes de Gandia y la Safor, aunque en el periodo vacacional han acudido turistas procedentes del resto de España y del extranjero que aprovechan las vacaciones para realizar la visita cultural por la ciudad. La tercera edad es el grupo más numeroso, aunque también destacan los escolares y universitarios, dada la importancia de la propia colección.
El Museu de Santa Clara es una de las joyas de la corona de la Gandia cultural. El proyecto se inició en 2010 con la firma entre el ayuntamiento y la orden religiosa y culminó en 2015 tras finalizar las obras en lo que antaño fue el hospital Sant Marc.
En el otro extremo de la ciudad, el Museu Faller, una concepción totalmente distinta, no ha dejado de crecer en visitantes en los últimos tres años.
Hay que referirse, eso sí, al llamado Centre d'Interpretació de la Festa, un espacio en el que el visitante descubre todo lo que tiene que ver con la fiesta josefina poniendo en marcha casi todos sus sentidos. Puede ver, tocar, oler y escuchar cómo se diseña un «ninot», suena una «mascletà», el aroma de una traca, cómo se elabora la indumentaria, etc.
En lo que va de 2016, cinco meses, han pasado por el CIFE un total de 4.760 personas, son prácticamente los mismos visitantes que registró en todo 2014 (4.761).
Si la evolución sigue a ese ritmo, además, superará con creces las visitas registradas durante el año pasado, cuando se acumularon un total de 5.645.
Como es lógico, los meses de marzo y abril, previo y posterior a las fallas, son los que más visitas reciben en todo el año (1538 y 1605 respectivamente este 2016), seguido de febrero con 668.
Tras esos meses el centro registra un bajón de visitas coincidiendo con los meses de verano. Eso sí, este año se prevé repetir la misma fórmula que el anterior y no cerrar durante el mes de agosto, en tanto que la experiencia fue «muy favorable», según fuentes del Museu Faller de Gandia.
Respecto a al tipo de visitantes, el 86 % de los que acuden al Centre d'Interpretació de la Festa son españoles mientras que el resto suponen personas de nacionalidad extranjera.
El Museu Faller fue inaugurado en 2009 y está incluido en la Xarxa de Museus de la Comunitat Valenciana. Actualmente es el único centro de este tipo, no en vano supone un referente incluso para la Junta Central Fallera.
Pese a todo, desde la Federació de Falles reclaman más «mimo» por parte del Ayuntamiento. Piden que se promocione más este centro y como anécdota apuntan, por ejemplo, la falta de señalización que lleva, incluso, a que en la playa no exista ninguna indicación sobre el Museu Faller, ubicado en el distrito del Raval.
