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Esperado proyecto

Simancas, en la recta final

La Generalitat remite al ayuntamiento el convenio de 4,4 millones que permitirá acabar un proyecto anunciado hace diez años El responsable de Urbanismo calcula que entre junio y julio se entregarán las llaves a los más de 60 vecinos.

Simancas, en la recta final

Seis años después del derribo de los edificios de viviendas precarias del llamado Grupo Cuartel de Simancas, en Gandia, y diez años después de que se iniciaran las gestiones de ese proyecto, el Gobierno local ha anunciado que entre junio y julio se entregarán las llaves de los nuevos pisos a los residentes que llevan todo este tiempo viviendo de alquiler o en casa de familiares.

El coordinador de Urbanismo de Gandia, Vicent Mascarell, ultimó el martes pasado con la directora general de la Vivienda de la Generalitat, Rebeca Torró, el convenio que permitirá el pago de 4,4 millones de euros, una cantidad que los anteriores gestores municipales del PP dejaron pendiente. Según denunció en su día la alcaldesa, Diana Morant, los 4,4 millones se habrían perdido de no ser por la «buena voluntad» de la Generalitat para renegociar la financiación de esa gran obra urbanística de Gandia.

Seguramente será en una o dos semanas cuando la Junta de Gobierno de Gandia apruebe este convenio, y unos días después la consellera de Vivienda, María José Salvador, cerrará con su firma un trámite que permitirá a las sesenta familias acceder, por fin, a sus nuevos pisos.

Mascarell explicó a este periódico que confía concluir el proceso entre junio y julio, dado que los dos edificios de pisos están totalmente acabados y solo falta adecuar el entorno de la urbanización que se ha construido entre las calles Plus Ultra, Ferrocarril d'Alcoi y Sant Rafael.

Los propietarios de las viviendas serán los primeros beneficiados de esta acción, pero también el conjunto de los vecinos de la zona tiene motivos de satisfacción. En la planta baja de los dos edificios el ayuntamiento ha proyectado un centro social y de convivencia que se está terminando de adecuar. La idea es poder abrirlo en otoño. Y ganará también la calidad urbana de esa zona al abrirse una explanada situada entre los dos bloques de viviendas.

Cambio del nombre franquista

Simancas, un nombre de reminiscencias franquistas que será sustituido cuando lo apruebe la comisión municipal de calles, ha sido un proyecto complejo que empezó a fraguarse en 2003, cuando el entonces concejal de Planificación y Proyectos de Ciudad, Josep Miquel Moya, anunció que entraría en un plan de ayudas para renovación urbana.

Tres años después el entonces alcalde, José Manuel Orengo, sorprendió al anunciar que ese proyecto contemplaba el derribo de los cuatro bloques con 104 viviendas precarias y construir, sobre un enorme solar, un complejo urbano que tendría el mismo número de pisos, un párking subterráneo, una plaza en superficie y equipamientos públicos.

Mucho costó avanzar en esa actuación, y no fue hasta 2010 que se procedió al derribo de los edificios y al inicio de las obras del nuevo complejo. Los problemas económicos de la empresa constructora retrasaron su finalización, pero, si no hay nuevas sorpresas, el nuevo Simancas, con otro nombre, se incorporará en unas semanas en la trama urbana de Gandia.

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