Hoy se cumple un año de las elecciones que provocaron el vuelco electoral en Gandia y muchos otros municipios de la Safor y la Comunitat Valenciana, también en el Gobierno de la Generalitat. Para el portavoz del PP en la capital comarcal, Víctor Soler, la situación actualmente es «pero que hace un año».

Soler incluye en su análisis de la situación el «olvido de las principales promesas electorales». Cita, entre ellas la ciudad sanitaria, y el hospital de crónicos, dos infraestructuras prometidas por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en un acto que tuvo lugar en Gandia. No se olivda Soler de la subida del 25 % en los impuestos que pagan los ciudadanos y cita también los programas sociales como el Plan de Empleo, «que han sido suprimidos».

La ciudad, apuntó el portavoz popular «ha entrado en una parálisis generalizada», como demuestran, a su entender, el gran número de proyectos paralizados entre los que se encuentran el auditorio de la plaza Baladre, el trinquete o el centro de Alzhéimer.

Para el Presidente del Partido Popular de Gandi, «un año después, Gandia está más abandonada y parada, se han subido los impuestos y se ha precarizado los servicios públicos. Coger un Urbanet para ir al Hospital Comarcal o hacer uso de la Targeta Daurada si eres jubilado, es imposible», apunó. El líder de los populares, lamenta «la falta de sensibilidad social».

Por último, Soler volvió a reivindicarse como una opción para gobernar la ciudad. «Somos una opción centrista y reformista, un PP que ha optado el camino, de seguir mejorando y adaptándose a la nueva realidad política, intensificando una paulatina regeneración que incide en los valores de participación, austeridad, cercanía, transparencia y centrismo». Para ello, como es lógico, necesitaría del apoyo del concejal de Ciudadanos, Ciro Palmer, que, a día de hoy, mantiene un agrio enfrentamiento con el PSOE, partido al que pertenece la alcaldesa, y al que apoyó en la investidura.