El Ayuntamiento de Gandia cerró ayer uno de esos capítulos administrativos que parecía que no iban a terminar nunca. Tras diez años de reivindicaciones y seis de promesas a los empresarios, por fin ha salido a información pública el acceso directo desde la carretera N-332 al polígono industrial y comercial de Benieto, donde están, entre otras, las naves de Dulcesol y de Leroy Merlin.
Once meses ha tardado el nuevo Gobierno local en desbloquear este proyecto, atascado en las dos anteriores legislaturas, mediante una operación diseñada por los departamentos de Urbanismo y Comercial que supuso la venta de un solar municipal de 5.000 metros cuadrados situado en esa zona. El comprador se obligaba a financiar el acceso, que costará 388.000 euros, y el ayuntamiento ingresará por una parcela que estaba abandonada cerca de 1.3 millones de euros.
El Ministerio de Fomento, titular de la N-332, ya ha dado su aprobación, y teniendo en cuenta que el promotor es la empresa privada que gestiona el polígono, las obras se podrían iniciar el próximo verano para estar terminadas en un plazo de entre seis y nueve meses.
Según la asociación de empresas ubicadas en ese polígono, el nuevo acceso directo a Benieto desde la N-332 no solo revitalizará la actividad, sino que también facilitará la implantación de nuevos locales. Entre estos figura el gran hipermercado del deporte, Decathlon, que se ha quedado el solar de 5.000 metros cuadrados subastado por el ayuntamiento y que espera poder abrir sus puertas en los primeros meses del próximo año. Además de una inversión millonaria, se estima que la firma creará decenas de puestos de trabajo y que contribuirá, como ha ocurrido en otras ciudades, a fomentar la práctica del deporte más allá de la propia ciudad de Gandia.
Como en su día informó este periódico, la instalación de Decathlon no va a requerir una licencia especial de gran superficie por parte de la Generalitat, dado que el polígono de Benieto y el Parque Comercial Myo ya disponen de los permisos requeridos.
