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Oliva

Una sentencia impide construir la línea eléctrica aérea a la playa de Piles

Los vecinos y el ayuntamiento ganan la batalla y exigen que la conexión se haga soterrada.

Una sentencia impide construir la línea eléctrica aérea a la playa de Piles

Iberdrola seguirá sin poder construir la línea de alta tensión que hace cerca de diez años proyectó entre la subestación de Oliva, situada junto a la carretera de la playa, y el área de ensanche residencial de la playa de Piles, situada a una distancia de unos tres kilómetros en dirección norte.

El Tribunal de lo Contencioso Administrativo número 9 de Valencia ha sentenciado a favor de unos 40 propietarios de parcelas afectadas, la mayoría en Oliva y unos pocos en Piles, y también a favor del Ayuntamiento de Oliva, que desde el año 2008 se niega conceder licencia de obras para ejecutar la línea trifásica de doble circuito y de 20 kilovoltios.

El motivo del conflicto se entiende fácilmente. Mientras Iberdrola pretende que esa línea de alimentación eléctrica discurra tendida por el aire, con el impacto de cables y de torres de sujeción que eso representanta, los propietarios y el Ayuntamiento de Oliva quieren que vaya soterrada.

Una buena parte del territorio afectado, en concreto las urbanizaciones de Kiko, en Oliva, ya son zona urbana, de manera que Iberdrola tendría que instalar los cables eléctricos bajo las calles y otras zonas de dominio público. Pero es que, además de eso, el ayuntamiento considera que el resto del trazado también debe ir soterrado porque se trata de zonas que, en un futuro, podrían ser urbanizadas y que se sitúan entre las áreas residenciales de la playa y las de la ciudad.

Dice la sentencia que, además de otras autorizaciones, Iberdrola necesitaría que el proyecto se declarare de interés comunitario, y esa está siendo la base argumental del ayuntamiento para denegar el permiso.

«Estamos muy contentos, puesto que todo el esfuerzo de los 40 propietarios afectados ha valido la pena y porque, junto al ayuntamiento, se puede conseguir que las grandes empresas tengan que diseñar mejor sus acciones en el territorio», indicó la portavoz de los vecinos afectados, Imma Seguí.

El contencioso se inició en enero de 2008, cuando Iberdrola solicitó licencia al Ayuntamiento de Oliva para construir una línea de media tensión a la Partida Raconada-Marjaletes para dotar de mayor potencia eléctrica a las playas de Piles y de Miramar, que en aquel momento estaban en plena expansión urbanística. La batalla judicial puede no haber terminado todavía porque la sentencia se puede recurrir.

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