El vicesecretario general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, ha pedido a Albert Rivera, líder de Ciudadanos, que inste a su concejal en Gandia, Ciro Palmer, a romper el Gobierno local de izquierdas de la ciudad, formado por el PSPV y Més Gandia y apoyar uno del PP. El dirigente popular ha aprovechado la visita de Rivera a Venezuela donde, como dijo ayer, ha podido comprobar «lo malo» que es Podemos.
Sin embargo, parece que el miembro de la dirección nacional del PP ha tenido un «lapsus», seguramente intencionado, puesto que en la capital de la comarca de la Safor no gobierna Podemos.
Posiblemente, en ese mismo paquete Maillo incluya a dos partidos que están en Més Gandia, formación que sí que tiene cargos institucionales en la ciudad. Son Compromís, que en el caso de la Comunitat Valenciana concurre junto a la formación que lidera Pablo Iglesias, e Izquierda Unida, que el próximo 26 de junio también se sumará al partido morado bajo la marca Unidos Podemos.
No es ningún secreto que el Partido Popular ha fijado como una de sus principales estrategias de campaña el tratar de identificar a Podemos con el Gobierno que preside Nicolás Maduro en Venezuela y relacionarlo con que la delicada situación que vive aquel país actualmente pueda instalarse en España si tras las elecciones del próximo 26 de junio se da la posibilidad de que la formación que dirige Pablo Iglesias acceda al Ejecutivo.
El dirigente popular hizo este llamamiento ayer en una entrevista en Radio Nacional de España (RNE). «Es un buen momento, ya que hemos concluido todos que Podemos defiende un régimen claramente antidemocrático, y lo dice Albert Rivera porque ha venido de allí, de que nos sentemos y Ciudadanos rectifique su posición en términos municipales», aseguró Maillo.
No es para nada nuevo el interés del PP por seducir a Ciro Palmer, concejal de Ciudadanos en Gandia, pero sobre todo a Albert Rivera, que es quien tiene la última palabra, para que en la capital de la comarca de la Safor se produzca un cambio de Gobierno.
No en vano, las presiones sobre Palmer son constantes. Si bien han cesado las que recibía directamente desde hace unos meses, el PP sigue lanzando mensajes en público en los que defienden su derecho a gobernar al ser la fuerza más votada en las pasadas elecciones.
Ciro Palmer, por su parte, siempre ha dicho que hará «lo que me diga mi partido» en referencia a esta cuestión. «como ya hice cuando voté a Diana Morant como alcaldesa», repite.
De sobra es conocido que, actualmente, la relación de Palmer con el PSOE de Gandia, partido no es buena. Él mismo al tacha de «delicadísima» después del lío de la adjudicación del Centre Esportiu Roís de Corella que acabó con el cese de sus dos hombres de confianza, Maximiliano Doncel y Dani Martín.
Palmer, de hecho, nunca ha descartado que en un futuro pueda haber en Gandia una moción de censura que le dé el Gobierno al PP. Como hombre de partido, sin embargo, tiene claro que acatará las órdenes que lleguen desde Barcelona.
En Gandia, los partidos que gobiernan estarán esta vez más pendientes que nunca de lo que ocurra en las elecciones generales, puesto que un resultado en uno u otro sentido puede provocar un cambio de sillones en el salón de plenos del Ayuntamiento gandiense.
