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Enfrentamiento con la oposición

«Nos ha elegido el pueblo de Villalonga y no pienso dimitir»

El alcalde socialista, Enric Llorca, revela el archivo de la querella que le presentó un vecino y justifica que mociones de la oposición no se debatan en pleno

«Nos ha elegido el pueblo de Villalonga y no pienso dimitir»

El Ayuntamiento de Villalonga escenificó entre la noche del martes y la mañana de ayer, miércoles, que va a seguir gobernado en un clima de enfrentamiento político, casi visceral, que afecta, por una parte, a los cuatro concejales socialistas que forman el Gobierno, presidido por alcalde, Enric Llorca, y, por otra, a los siete representantes de la oposición, tres del PP, dos de Compromís y otros dos de No Adscritos que fueron expulsados del grupo socialista.

La noche del martes, seis de esos siete ediles de la oposición, dado que el portavoz del PP no acudió, se levantaron de la mesa cuando el alcalde Llorca tomó la palabra para explicar por qué no había incluido tres propuestas que habían presentado en el pleno en las que PP, Compromís y las dos concejalas No Adscritas le pedían la dimisión, solicitaban reprobar su actitud y le exigían que pidiera perdón a un ciudadano de Villalonga que le presentó una querella por prevaricación.

Documento en mano, Llorca reveló, en primer lugar, que esa querella ha sido archivada por el Juzgado de Instrucción número 3 de Gandia, que no ha apreciado indicios de delito en el proceso de contratación de un trabajador.

En segundo lugar, la primera autoridad local negó que haya trato de favor hacia determinadas personas «afines» a la hora de ofrecer trabajo o hacia determinadas empresas a la hora de solicitar servicios o materiales. También con un montón de papeles oficiales Llorca señaló que, en cinco años que está al frente del municipio, ha contratado a 318 personas «de todos los colores políticos», y que las empresas que proveen material o servicios al ayuntamiento con 103, todas de la localidad, entre las que citó algunas cuyos titulares son familiares de concejales del PP.

Llorca explicó que no incluyó en el pleno las mociones de petición de perdón, de reprobación y de dimisión presentadas por los grupos de la oposición porque el orden del día de las sesiones corporativas es competencia del alcalde y, basándose en un informe de la secretaria, añadió que algunas de las cuestiones que planteaban, como la dimisión o la solicitud de perdón a un vecino, son «aspectos personales» que están fuera de la competencia del pleno. Además dijo que la base de las mociones del PP, Compromís y las concejalas No Adscritas están «plagadas de graves acusaciones y de falsedades».

La oposición ni siquiera encontró el respaldo de la secretaria de la corporación, a la que le pidieron amparo al ver que sus mociones no estaban en el pleno. «Son los jueces los que protegen los derechos y libertades de los ciudadanos, siendo labor de esta secretaria el control de la legalidad del actuar administrativo», concluye el informe de la funcionaria para responderles.

En la rueda de prensa de ayer el alcalde dijo que «es la peor oposición que ha tenido el ayuntamiento», y concluyó: «No pienso dimitir. El pueblo de Villalonga nos ha elegido para trabajar y eso es lo que vamos a seguir haciendo».

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