La piscina cubierta que se encuentra en el Centre Esportiu del Grau de Gandia, cerrada desde la pasada semana, se mantendrá así al menos un mes más. El motivo es que se ha detectado un foco de legionela y una bacteria llamada pseudomona.

El análisis realizado al agua el pasado jueves, 26 de mayo, ya halló la presencia de estas bacterias. Ese fue el día que se clausuró la instalación, aunque entonces se dijo por parte del Gobierno local que se debía a una «deficiencia en la depuración del agua» y no se habló en ningún momento de la presencia de gérmenes.

No fue hasta ayer, casi una semana después del cierre, cuando se conoció esta cuestión. Según explicó la concejala de Sanidad, Liduvina Gil, que compareció junto al técnico municipal de Deportes, Toni Deusa, el análisis del agua lo llevó a cabo una empresa privada, que fue la que comunicó el hallazgo a los responsables de la piscina del Grau. «Nos informaron de que, si bien eran muy bajos, habían surgido unos niveles que debían ser cero», explicó Deusa.

Eso llevó a los responsables municipales a tomar la decisión de desalojar la piscina y cerrarla posteriormente. «Se hizo de forma inmediata», prosiguió el técnico.

Deusa justificó que en la llamada telefónica del laboratorio les alertaron de que la aparición de las bacterias se debía a que había una depuración deficiente, de ahí que fuera eso lo que se trasladó a la ciudadanía.

Por su parte, Liduvina Gil explicó que el Gobierno local «no quisimos generar alarma» entre la ciudadanía porque «la conselleria no nos había confirmado que se trataba de la legionela».

En todo caso, la edil defendió que la actuación del ayuntamiento fue «perfecta» porque «así lo ha corroborado Salud Pública». Explicó que el consistorio «aplicó el protocolo» al cerrar la piscina enseguida y recordó que una muestra de ello es que no hay ningún afectado.

Deusa, por su parte, señaló que se ha procedido a limpiar los tres vasos y a desinfectar tanto los elementos fijos como los desmontables. Ahora cabe esperar 14 días para repetir el análisis. Un vez tomada la muestra tienen que pasar otros diez días para que se conozca el resultado. «Si, como pensamos, salen los niveles cero, procederemos a abrir con toda normalidad», apuntó la concejala.

Gil lanzó un mensaje de «tranquilidad» a los ciudadanos e insistió en que el ayuntamiento actuó en el momento en que supo de la existencia de la bacteria. Algunos vecinos, sin embargo, reprochan que no se informara públicamente de que se había localizado el brote.