Realistas, legales, responsables, para reducir deuda y hechos para pagar a proveedores. Esos son las cinco claves que presentan los presupuestos municipales elaborados por el Gobierno local de Gandia para 2016, que fueron presentados ayer en una rueda de prensa en la que participaron todos los miembros del Ejecutivo.
Las cuentas elaboradas por los ediles del PSPV y Més Gandia, aún en formato borrador, prevén acabar este año con un ahorro de 17 millones de euros. Así, se estiman unos ingresos de 134,6 millones por unos gastos que ascienden a 117.
La idea es que ese sobrante se destine a reducir la deuda comercial que arrastra la ciudad que asciende a más de 300 millones de euros. Este superávit de 17 millones será una constante para los cuatro próximos años y eso permitirá al Ejecutivo reducir en 50 millones la deuda municipal al final de la legislatura. «Será la primera vez en la historia de Gandia que un gobierno acabe mandato con menos deuda de la que había cuando entró», apuntó la alcaldesa, Diana Morant.
Para ello, habrá un incremento del 20 % (+10 millones) en los ingresos, que se materializará en una subida de hasta el 21 % (+7 millones) en impuestos o de un 24 % en las tasas (+2). Esto permitirá disponer de doce millones de euros más. Se incluye también una aportación de 394.000 euros del Plan Provincial de Obras y Servicios (PPOS). Este programa de la Diputación de Valencia estaba destinado hasta ahora a municipios de menos de 50.000 habitantes pero esto ha cambiado, por lo que Gandia se puede acoger.
Además, ante su especial situación, la ciudad va a solicitar que ese dinero pueda utilizarse pagar deuda, algo a lo que, en principio, no está previsto, pues este plan está pensado para inversiones.
20 % menos de gasto
Por otra parte, se reduce alrededor de un 20 % los gastos (-9 millones). Los que más bajan, un 37 % (-1,5 millones), son los intereses por los créditos bancarios, algo que se ha logrado negociando con las entidades, según explicaba Salvador Gregori, coordinador general de Economía y Hacienda. También hay un recorte del 28,5 % (-1,3 millones) en las subvenciones a las asociaciones y clubes deportivos.
Otro de los aspectos importantes es la ausencia de inversiones. Estas, si llegan, lo harán gracias a la aportación de otras administraciones como la Diputación de Valencia o la Generalitat. «A Gandia, a día de hoy, no le caben obras», afirmó tajante Morant.
La alcaldesa hizo hincapié en que se trata de unos presupuestos «legales» después de que el PP presentará en la pasada legislatura y hasta en tres ocasiones seguidas, unas cuentas declaradas «ilegales» por no incluir el pago a los bancos. Los de 2016 disponen de 20 millones para hacer frente a estas obligaciones financieras.
Estos presupuestos están condicionados por el Plan de Ajuste, una herramienta «que hace que Gandia sea hoy en día una ciudad económicamente sostenible».
Morant apuntó que se logran mantener todos los servicios públicos «de una forma muy digna», aunque haya sido a base de tomar de «decisiones impopulares», y permiten mantener las partidas destinadas a Bienestar Social, que incluso se incrementa, Educación, Sanidad, Cultura, etc, como explicó la vicealcaldesa, Lorena Milvaques.
El presupuesto más trabajado
Las cuentas de 2016, que deben ser ratificadas por el Ministerio de Hacienda, están hechas «para pagar a los proveedores y por tanto generar empleo y riqueza».
La misma Milvaques destacó que en esta propuesta «queda plasmada la liquidación de IPG, ese instrumento perverso que utilizó el PP para enchufar a sus amigos, pese a que nos decían que no la cerraríamos».
Los dirigentes destacaron el «esfuerzo» que han hecho todos los ediles a la hora de elaborar estos presupuestos y la «pedagogía» que se ha aplicado en las reuniones con las entidades. «Hemos repartido el dinero de forma dialogada y participativa, prescindiendo de lo prescindible», aseguró la alcaldesa.
Milvaques, por último, indicó que «estamos ante el presupuesto más trabajado de la historia de Gandia».
