Perfecto Aguado, el empresario que pretende abrir una gasolinera en la entrada de Tavernes de la Valldigna, en un solar ubicado entre dos edificios, asegura que el modelo de negocio de su instalación «no es 'low cost'». Se trata, dice, de una gasolinera tradicional, en la que tendrá cinco empleados que cubrirán distintos turnos, lavadero de coches y tienda.
El precio será el de cualquier estación de servicio de las de siempre y no más barato, como sí que lo es en el caso de las no asistidas, y tampoco abrirá las 24 horas.
Respecto a la seguridad de la instalación, intenta tranquilizar a los vecinos. Explica que, por ley, el depósito de combustible está fabricado con doble chapa de acero y en su interior cuenta con unas sondas, un equipo de seguridad electrónico y un manómetro que detecta al instante en el caso de que se produzca una fuga. Este recipiente se instala, además, dentro de una cubeta de hormigón. Contra los incendios, la ley obliga a instalar extintores, sin embargo, «nosotros vamos más allá e instalamos un sistema de detección de humo que activa un mecanismo que arrojaría polvo (nunca agua) en toda la gasolinera para sofocar el posible fuego». Para Aguado, «es más peligrosa la instalación de gas que hay en las viviendas que una gasolinera».
Una vez le concedan la licencia la gasolinera podría abrir en un plazo de tres meses. concluye el empresario. t. á. c. gandia
