El paro creció ligeramente durante el pasado mes de mayo en la comarca de la Safor. Fue apenas un 0,1 %, de las 16.146 a 16.170, es decir, 24 personas que engordaron las listas del Servef en el mes previo al inicio de la campaña estival.
La Safor tiene sus propios ciclos a nivel de empleo que están muy marcados por la estacionalidad. Eso significa que sin ningún empujón extra en el último mes, ni agrícola, porque prácticamente finaliza la campaña citrícola, ni turística porque, a diferencia de otros años, la Semana Santa ya hace mucho que pasó, el resultado de mayo se puede describir como encefalograma plano, estancamiento.
Este ligero aumento del número de desempleados contrasta, además, con la tendencia positiva que el paro registró tanto en el conjunto de España (-2,99 %), donde además el número de desempleados ha descendido por primera vez de los tres millones en seis años, como en el ámbito autonómico (1,65 %).
Más allá de las cifras, como ocurre siempre que se conoce el estado mensual del paro, hay fijarse en los metadatos, es decir, en aquellas variables que no se aprecian a primera vista pero que están relacionadas con la situación laboral del país.
En este caso, el secretario comarcal de UGT, Raül Roselló, apunta dos aspectos que son «preocupantes»: El primero es que se detecta una ralentización en la creación de empleo, especialmente visible en el balance interanual y el segundo es que sigue a la baja la tasa de cobertura por desempleo, es decir que las personas que reciben una prestación cada vez cobran menos.
De ese modo, según la extrapolación que realiza UGT en base a los últimos datos oficiales que sitúan este índice en el 46 %, en la actualidad, en la comarca de la Safor, de las 16.170 personas paradas solo cobran alguna ayuda un total de 7.438. Esto significa que más de la mitad de los parados ha dejado de cobrar prestación alguna. Además, de los que lo hacen, solo 2.650 perciben por encima del subsidio de 420 euros al mes, una cantidad que difícilmente permite vivir dignamente a muchas personas.
Roselló también alerta de la precariedad de las nuevas contrataciones ya que sólo un 3,6 % de las 10.002 formalizadas en mayo en el conjunto de la comarca, es decir 368, fueron indefinidas, «lo que significa que en cada empleo real hay contratadas seis o siete personas a tiempo parcial y temporal», expone el sindicato.
El dirigente comarcal de UGT, detalla que un 60 % del desempleo «es paro de larga duración», es decir, personas que no han encontrado un trabajo durante un año o más «mientras que hay un 40 % que es el que entra y sale en la rueda de contratos». Cabe señalar que, en base a los datos del mes de mayo publicados ayer por el Servef, la variación interanual es del - 5,78 %, por debajo de niveles próximos al - 10 % que se daban no hace demasiado tiempo, apostilló Roselló.
Paro por municipios
Dentro del mal dato que siempre supone una bajada del paro registrado, Gandia, la capital de la comarca de la Safor, se puede dar con un canto en los dientes. Es el único municipio entre los más grandes en el que baja el desempleo durante el mes de mayo, en concreto en 172 personas.
Tanto en la ciudad de Oliva como en Tavernes de la Valldigna, municipios en los tiene una gran incidencia el final de la campaña citrícola, se ha producido un aumento del paro de 23 y 70 personas respectivamente durante el mes de mayo.
