Ayer, 13 de junio, se cumplía un año desde que se produjera el cambio de Gobierno local en Gandia y en muchas otras localidades de la comarca de la Safor. Tanto desde el PP en la ciudad, ahora en la oposición, como desde el PSOE, que ahora forma parte del Ejecutivo junto a Més Gandia, hicieron balance ayer de estos doce primeros meses de legislatura.
Para los populares, como no podía ser de otro modo, no ha resultado nada positivo. La mayoría de concejales comparecieron en la nueva sede juntos para criticar lo que a su entender ha sido «un año de mentira» en el que «no hemos vivido ningún avance». Según Víctor Soler, la ciudad se encuentra actualmente «paralizada» por quienes, recordó, firmaron «un pacto de perdedores».
El destino ha querido que este primer aniversario llegue en plena campaña electoral de las generales, de ahí que se le diera una mayor solemnidad a la comparecencia desde el bando popular.
Para el portavoz del PP, lo único que ha hecho el actual Gobierno local ha sido «subir impuestos y recortar servicios públicos». Sobre la alcaldesa, Diana Morant, criticó que «no es libre» y «está manejada por 'los primos', José Manuel Orengo y Alfred Boix».
De la formación Més Gandia, Soler dijo que «se han olvidado del 'rescatem persones'» y a Ciudadanos le acusó de ser «cómplices y partícipes de lo que han hecho hasta ahora los partidos de izquierdas».
El presidente del PP en Gandia enumeró una serie de promesas incumplidas por los partidos que ahora gobiernan y habló de «cantidad de mangarrufas», entre las que puso en la lista la citación a declarar de la alcaldesa, Diana Morant, por el cierre de los despachos, o el caso del Centre Esportiu Roís de Corella, investigado por la Fiscalía. Acusó al nuevo Gobierno, además, de tener más asesores que en la anterior legislatura.
