La limpieza de las calles de Gandia ha abierto un nuevo enfrentamiento entre los concejales del PP y el Gobierno local de esta ciudad. Esta mañana han comparecido en rueda de prensa los ediles populares Andrés Puig y Vicent Grgori para denunciar que la capital de la comarca de la Safor está «sucia« y «abandonada».

El primero en intervenir ha sido Puig quien ha detallado que las aceras «están pegajosas», lo que se debe a la falta de limpieza con agua a presión. Además, ha añadido que «los imbornales están por revisar, en los solares se acumulan malas hierbas enredadas entre suciedad, insectos y animales y los excrementos y trastos que no se recogen se acumulan en cada esquina».

Puig cree que esto se debe a la falta de diligencia de los concejales de barrio. En la anterior legislatura, apunta, «estaban a pie de calle y detectaban las incidencias al atender a los vecinos o comprobar in situ los focos problemáticos. También se trabajó la concienciación. Ahora todo eso, por falta de voluntad política, se ha abandonado».

Por su parte, Vicent Gregori cree que esta situación es fruto de que el Ejecutivo de Gandia es «un conglomerado de mentiras». Según ha apuntado, hablaban de «incremento de la limpieza y mantenimiento, y mejora de la escena urbana, equipamientos y el mobiliario».

Un problema «heredado»

Por su parte, el concejal responsable de Servicios Básicos a la Ciudadanía, Miguel Ángel Picornell, ha respondido que «cuando llegamos al gobierno, conocimos que el PP había recortado de forma unilateral el contrato de limpieza de la ciudad y recogida de la basura en un 26% durante la pasada legislatura». Eso, ha recordado, hizo que se acumularon 14 millones de euros con la empresa de los que durante el primer año hemos podido ir pagando cerca de 9 millones. «Seguimos poniendo orden pero la losa de la deuda de los populares es muy pesada».

El concejal ha apuntado que «a medida que nos vamos poniendo al día, consiguen ir mejorando la situación de la ciudad. Es un trabajo duro pero en el que estamos centrados completamente» y lamentaba «el uso partidista que está haciendo el PP con la campaña turística ya en marcha»