El Ayuntamiento de Gandia anunció ayer, finalmente, la ubicación que tendrá la Playa Can, la zona costera destinada a bañistas con perros, durante este verano. El encargado de anunciarlo fue el concejal de Gestión del Territorio, Xavier Ròdenas, quien reconoció que, pese a todo, no es el punto exacto en el que el Gobierno local habría querido instalarla, ya que tanto el PSPV como Més Gandia llevaban en el programa retirarla de l'Auir al considerar que afecta negativamente a esta zona protegida.

Así pues, la Playa Can estará ubicada a 375 metros de los últimos edificios de la playa, es decir, al norte del casco urbano, junto a las escuelas de surf y de kite surf.

Ròdenas empezó explicando que si hasta el momento no se había anunciado la ubicación de este espacio era porque se quería estar seguro de que el consistorio disponía de todos los permisos. «Es la diferencia con lo que hacía el anterior gobierno del PP, que estaba muy acostumbrado a presentar proyectos sin tener permisos, algo que repercutía en una multa por parte de las administraciones», dijo Ròdenas.

Es más, el propio edil explicó que la playa no está acotada aún porque están a la espera de un último informe de Obras Públicas «para que avale el cambio de ubicación».

Ròdenas reconoció que la de este verano será una ubicación provisional porque la idea del Ejecutivo es sacar la Playa Can de l'Auir. Sin embargo, explicó que no ha sido posible hacerlo este año «porque llegábamos tarde para estudiar un nuevo espacio».

En todo caso, indicó que, pese a que esta zona también es l'Auir, su composición es distinta a la de la ubicación anterior de la Playa Can (en el linde con Xeraco) al estar más cerca de la zona urbana.

Desde el Gobierno local creen que este nuevo emplazamiento resulta más beneficioso para los usuarios. Primero porque se mejoran los accesos. «Al estar a 375 metros de la playa, los usuarios pueden ir a pie, ya no están obligados a coger el coche como hacían antes», dijo Ròdenas. Pero, además, a los que opten por ir en algún vehículo, «tienen un párquing público y gratuito a solo cinco minutos», apuntó Xavi Ròdenas. Por último, el hecho de estar más próximo a la zona urbana permite «un mejor control del cumplimiento de las normas de la Playa Can y más capacidad de acción».

El concejal apunta también que la nueva ubicación evitará el colapso de tráfico «que se generaba en medio del marjal».