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Gandia aprobará medidas para «esponjar» el casco viejo de la playa y renovar edificios

La iniciativa pretende incentivar a los propietarios para que lleven a cabo mejoras, dejen espacios libres, e incluso derriben viejos inmuebles Mascarell señala que la Generalitat está en la misma línea para evitar reclasificar más suelo urbanizable

Gandia aprobará medidas para «esponjar» el casco viejo de la playa y renovar edificios

El departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Gandia se ha puesto a trabajar en la redacción de una serie de medidas dirigidas a mejorar la trama urbana del casco antiguo de la playa, a la que se quiere dar un impulso de renovación que contribuya, con el paso de los años, a una mayor calidad residencial y turística.

Según señalaron a este periódico el director de Urbanismo, Vicent Mascarell, y el técnico Jorge Hervàs, lo que el consistorio pretende, a medio y largo plazo, es incentivar a los propietarios de viejos edificios a que los renueven, dejen más espacios libres dentro de sus parcelas privadas y, en algunos casos, facilitar el derribo de los mismos para construir nuevos bloques modernos.

El ayuntamiento se dio cuenta hace tiempo de que la zona antigua de la playa, delimitada entre la dársena del puerto y la conocida como Colonia Ducal, está ocupada de inmuebles que, hace entre treinta y cincuenta años, se diseñaron ocupando gran parte de la parcela.

Así surgieron calles estrechas con imagen de «agobio» y escasa distancia entre las ventanas de uno y otro bloque. La idea del ayuntamiento, en sintonía con la política urbanística de la Generalitat, sería autorizar más alturas, hasta un máximo de doce, para que las fincas se eleven a cambio de dejar libre de hormigón un equivalente en la edificabilidad ocupada en altura. Las parcelas, obviamente, continuarían siendo privadas, pero una mayor altura contribuirá a «esponjar» zonas hoy muy compactas que ni son agradables a la vista ni contribuyen a hacer atractiva turísticamente esa zona de la playa.

El ayuntamiento aprovechará para, en el mismo paquete de medidas, proteger algunos elementos, chalés y conjuntos de viviendas, como es el caso de la Colonia Ducal o los «xalets dels alcoians», que se construyeron con muy buen gusto y que disponen de grandes espacios libres.

De la misma manera, el futuro cambio en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que abordará estas propuestas permitirá «legalizar» todos aquellos edificios que superan las diez alturas, el máximo permitido ahora, lo que, según estima el técnico Hervàs, también animará a los propietarios a invertir en renovación. En esa situación existen más de ochenta edificios de la playa de Gandia, algunos de los cuales se construyeron antes de que se aprobara el vigente PGOU, en 1983, y otros incumpliéndolo.

Vicent Mascarell señala que no se trata de aplicar en Gandia el «modelo Benidorm», aunque reconoce que la política de más altura a cambio de ocupar menos territorio se ha demostrado acertada en zonas de mucha densidad de edificios porque, entre otros aspectos, convierten esos núcleos urbanos en áreas más sostenibles y en las que la gestión de servicios básicos es mucho más barata.

Ejemplos en otras ciudades

Huyendo del «modelo Benidorm», que tiene características muy específicas, lo que Gandia quiere hacer ya es una realidad en zonas cercanas, como la ciudad de Alicante, los distritos valenciano de Russafa y l'Eixample o los cascos urbanos de la Vila Joiosa y Torrevieja, por no citar muchos municipios de Euskadi.

La Generalitat Valenciana, competente en ordenación del territorio, avalaría esos cambios porque, entre otras muchas razones, el nuevo Consell dirigido por el PSPV-PSOE y Compromís ya ha anunciado que impulsará la renovación de los edificios y de los cascos urbano frente a la anterior política del PP, más partidario de seguir ocupando terreno mediante la aprobación de nuevas zonas urbanizables.

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