La reconstrucción del puente entre el Real de Gandia y Beniarjó se hará atendiendo a nuevos criterios técnicos que tendrán en cuenta el carácter torrencial del río Vernissa y, por lo tanto, se ha previsto que pueda resistir crecidas tan espectaculares como la que, hace diez años, causó el derrumbe del viejo puente. Aquel hecho coincidió con la rotura de otro puente mucho más «mediático», el de Beniarbeig, cuyas imágenes desplomándose ante la fuerza del río Girona dieron la vuelta al mundo al haber sido captadas por Canal 9.

Aunque nunca pueda afirmarse categóricamente que una riada no se llevará el futuro puente entre el Real y Beniarjó, lo cierto es que será muchísimo más difícil. Además de construirse de forma más sólida, reforzando los márgenes sobre los que se asentará, existe la presa de laminación del río Vernissa en Terrateig que, ante fuertes riadas, se encarga de laminar el caudal para que no cause daños. s. s. gandia