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GANDIA Medio ambiente

Aguas residuales causan mortandad de fauna en la desembocadura del río Serpis

Otra vez el vertido sin depurar causado por las lluvias llena el final del cauce de agua que no ha podido ser tratada en la depuradora comarcal

Aguas residuales causan mortandad de fauna en la desembocadura del río Serpis

Vecinos de la zona de Venècia, en el Grau de Gandia, y de Marenys de Rafalcaid, en el margen derecho de la desembocadura del río Serpis, padecieron ayer los malos olores que llegaban del agua putrefacta que, durante la tarde y noche, se había acumulado en ese lugar, escasos doscientos metros del mar.

El agua no solo olía mal, sino que presentaba un considerable índice de contaminación, seguramente por el aporte de elementos residuales y por la presencia de materiales arrastrados por la intensa pero corta lluvia que había caído durante la mañana y la tarde del miércoles.

Consecuencia de eso, otra vez se pudo observar una mortandad de peces y otras especies acuáticas. La fauna avícola que también ha tomado ese lugar como hábitat tiene más posibilidades y ha huido del lugar para sobrevivir.

Los vecinos que han denunciado esa situación solicitan una limpieza del espacio o la desinfección del agua para poner fin al desagradable olor a aguas residuales pero, sobre todo, que se lleve a cabo una solución definitiva al problema, que se repite con frecuencia.

El año pasado por estas mismas fechas las lluvias caídas también provocaron un episodio como el actual, y en ocasiones el agua en mal estado que llega al mar obliga a poner la bandera roja en las playas de Rafalcaid.

Súbita llegada de agua

El problema se produce por el súbito aporte de agua de lluvia a la depuradora comarcal de la Safor-sur, situada a poco más de un kilómetro río arriba. El caudal, que se incrementa a partir de la red de colectores de las calles de la ciudad y de la playa de Gandia, no puede ser ni tratado debidamente ni almacenado en ningún depósito porque no existe. Tampoco se puede enviar al mar a través del maltrecho emisario submarino que desemboca a tres kilómetros de la costa. La única solución es que el agua de lluvia, en este caso mezclada con la residual y con la suciedad recogida de las calles, se vierta directamente en el Serpis, acumulándose en el tramo final por la existencia de un ribazo que separa el cauce del mar.

Aunque el Ayuntamiento de Gandia exige desde hace años medidas a la Generalitat como al Gobierno de España, no existe ningún proyecto en marcha destinado a poner fin al problema por esas dos administraciones, que tienen competencias compartidas en la depuración y vertido de agua al mar.

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