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Llamamiento

Aparecen grafitis en zonas de Gandia que acababan de limpiar

El concejal de Servicios Urbanos, Miguel Ángel Picornell, dice que los trabajos han costado más de 13.000 euros

Por mucho que los ayuntamientos se esfuerzan en mantener una imagen adecuada de las ciudades, teniendo los distintos espacios municipales en perfecto estado de revista, siempre hay quien se empeña en utilizar lo que es de todos como lienzo o saco de boxeo. Lo demuestra algo que ha ocurrido recientemente en Gandia.

Hace unas semanas, el concejal de Servicios Urbanos, Miguel Ángel Picornell, anunciaba una campaña para limpiar las paredes y el mobiliario urbano de grafitis en la ciudad, que aún se está desarrollando y que está teniendo efectos muy positivos, sobre todo en la zona del cauce del río Serpis, muy afeada por la inmensa cantidad de grafitis que cubrían sus paredes.

Pues bien, solo dos días después del trabajo de la brigada municipal ya había algunos de estos espacios que habían sufrido otra vez actos vandálicos.

Por ello, Picornell volvía a comparecer ayer pero, en este caso, para hacer un llamamiento a la ciudadanía para que colabore en mantener limpia Gandia. «Todos debemos ser conscientes de que son aspectos que fácilmente evitables. Podemos poner en marcha medidas preventivas y coercitivas pero sin la colaboración ciudadana, determinados comportamientos nunca podrán ser eliminados».

El concejal explicó que el montante de la campaña ha ascendido a 13.088 euros. Un dinero que, según Picornell, «si seguimos el criterio de caja única, cada euro que tenemos que gastar en arreglar mobiliario urbano por culpa de los actos vandálicos, se debe detraer de otras partidas que son mucho más importantes para la ciudadanía».

El concejal ha explicado que el coste de una papelera oscila entre los 65 y los 400 euros, el de un bolardo 50 euros, el de un banco 300 euros, mientras que una señal vertical cuesta 150 y una jardinera puede llegar a los 400.

Otro de los aspectos destacados por el edil fue que la limpieza de un metro cuadrado de un grafiti puede llegar a los 200 euros. «Es mucho dinero lo que tenemos que destinar cada año en estos aspectos, no me gustaría tener que recordarlo pero todos somos responsables con nuestros impuestos de las propiedades públicas y aquellos que realizan actos vandálicos hacen daño a la ciudad en su conjunto».

Los vándalos hace tiempo tomaron como lienzo el cauce del Serpis pero también espacios de la calle Major, algo de lo que se ven afectadas también propiedades privadas.

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