Pusieron en peligro su integridad atravesando por zonas de zarzas y pisando terrenos en los que no sabían con qué se podrían encontrar, pero Carlos Castelló y Álex Tarín sabían que tenían que actuar cuando escucharon los gritos de unos niños pidiendo auxilio en plena noche y en medio de la montaña.
Practican trail running y estaban entrenando para preparar el Gran Trail del Aneto. Por eso, llevaban equipo, el que habitualmente utilizan cuando salen al monte (agua, una manta térmica, puntos de luz, etc) pero no iban, ni mucho menos, preparados para un rescate de cinco personas.
En eso fue en lo que se vieron envueltos cuando el domingo, alrededor de las 22.30 horas, regresaban a casa después de una jornada de entrenamiento. Habían ascendido a la cresta de la Serra de les Agulles, en el límite entre los términos municipales de Alzira, Favara, Tavernes y Benifairó y regresaban por la pista forestal que va desde la Font del Barber a Alzira, en el conocido término de los ciervos.
«De repente escuchamos los gritos de unos niños pidiendo socorro. Se habían perdido junto a sus padres. Eran tres menores, uno de cuatro años, otro de cinco y otro de nueve», explica Castelló.
Al parecer, señala, «iban por la pista forestal y se salieron de ella. Se metieron en una zona de la que no podían salir, estaban en medio de la montaña», explica.
Estaban rodeados de piedra. Desde el punto en el que se encontraban «veían la pista forestal y querían llegar a ella pero no sabían cómo hacerlo, no podían», dice Castelló.
Suerte que Carlos y Álex se conocen la zona perfectamente porque suelen entrenar por allí. «Si no pasamos nosotros no habrían salido», dice. «Cuando accedimos al lugar en que estaban, no sin dificultad, les vimos muy asustados, estaban bloqueados». Narra que los niños lloraban. «Una de las pequeñas se agarró a Álex y no le soltaba». Eran las 22.30 de la noche y calcula llevarían perdidos al menos tres horas. «A esa familia ya la vimos cuando hacíamos el camino de ida y serían las 19.30 horas», explica este vecino de Tavernes.
Carlos se hizo cargo del niño de 9 años y de la madre, Álex de la niña que se le había agarrado y el padre cogió al otro pequeño. «Para bajar atravesamos una zona de zarza. Les bajamos por una senda que abrieron hace poco hasta la pista forestal».
Les bajaron hasta la pista forestal. «El camino era complicado. Estábamos en una zona frondosa e íbamos barranco abajo, nos podríamos haber quedado todos allí», apunta el deportista del Centre Excursionista Tavernes.
Una vez en la pista forestal acudió la Guardia Civil y les condujo hasta Benifairó, donde habían aparcado el vehículo. La familia estaba alojada en un camping de Oliva y habían acudido a la zona a pasar una jornada en plena naturaleza.
Ese día, esta familia se encontró con la casualidad, puesto que Carlos y Àlex suelen salir a entrenar, habitualmente, por la mañana. El domingo, por distintas circunstancias y por suerte para los cinco, cambiaron su plan.
