El «parte de guerra» de la Policía Local de Gandia en su campaña de los fines de semana contra el ruido y las conductas que molestan a los vecinos en la playa sigue dando resultados sorprendentes.
Según señaló ayer la jefatura del departamento de Seguridad, entre el viernes por la noche y el domingo los agentes que forman parte de las brigadas destinadas a ese fin han interpuesto 198 actas de denuncia, bien por sorprender a los autores o bien tras recibir llamadas de queja de vecinos y de turistas.
El despiece de esa larga relación de denuncias se resume en 77 actas a otras tantas personas por chillar en la calle en horario nocturno, otras 90 por comportamientos incívicos dentro de viviendas particulares que causaban molestias a los de otras y 31 multas por la presencia de «coches discoteca», vehículos generalmente conducidos por jóvenes que, bien parados bien circulando, van con las ventanas abiertas y sus equipos de sonido a todo volumen.
Además, los agentes llevaron a cabo 38 actas de denuncia por posesión de drogas, 20 por realizar botellón en la calle, 13 por orinar en la vía pública, otras 13 por alteración del orden público, 12 por venta ambulante ilegal y dos por posesión de armas.
En casi todos los casos, los agentes aplican la ordenanza de convivencia ciudadana aprobada en la pasada legislatura por el ayuntamiento que, con un largo articulado, trata de garantizar que no se produzcan desmanes y que no se altere la tranquilidad.
La concejala de Seguridad Ciudadana, Àngels Pérez, señaló que el ayuntamiento iba a acentuar este verano la presencia policial y a incrementar sus acciones para dar respuesta a los vecinos que, desde hace años, critican comportamientos vandálicos y, sobre todo, generación de ruido dentro y fuera de las viviendas.
El Ayuntamiento de Gandia también asegura que está tomando decisiones en el ámbito de la política turística para sensibilizar a las agencias de viajes y a todos los sectores implicados en el sentido de que transmitan un mensaje de tolerancia cero con este tipo de comportamientos que, en su opinión, perjudican la marca.