Laura Morant, concejala de Més Gandia y presidenta de la Junta de Distrito de Beniopa, ha encontrado una solución intermedia a la polémica sobre si, como le pedían las asociaciones de festeros y de vecinos, debía presidir las procesiones de las fiestas patronales o, como como decidió su coalición política, no debe representar a la institución municipal en actos religiosos y, en todo caso acudir, libremente, a título personal.
En la noche del viernes, primera procesión de las fiestas, Morant cumplió con su partido y no presidió el acto religioso. Pero, a petición de los festeros, ocupó un lugar de honor, situándose delante de la imagen de Santa María Magdalena y en medio de los presidentes de cada comisión festera.
La concejala dijo, a través de su cuenta en facebook, que el cumplimiento del mandato de Més Gandia para no mezclar política y religión «va a llevar mucho trabajo», y citó como ejemplo la organización de las Fogueres de Sant Joan o los actos del día de los Reyes Magos. «Eterno debate», añade la concejala, quien especifica que Més Gandia, el grupo político al que pertenece, «no me ha prohibido» presidir la procesión de Beniopa, pero que ella había querido «ser coherente con esos principios y no presidir las procesiones» de las fiestas.
Morant, en todo caso, justifica que se situara en un lugar de honor durante el desfile religioso en el hecho de que en Beniopa, que fue hasta 1965 un municipio independiente, perdura en la memoria el hecho de que sus alcaldes presidiera las procesiones, como ocurre en casi todos los municipios, y que ese gesto «supera el carácter religioso».
«Sabía que lo que hiciera iba a generar malestar y pido disculpas a quien pueda ofenderse», concluye la concejala de Educación y Juventud de Gandia y «alcaldesa» de Beniopa, quien pide a los vecinos que no se fijen tanto en si preside o deja de presidir procesiones de fiestas, «sino en mi trabajo diario por una Beniopa mejor, un mapa educativo de calidad y una juventud bien atendida».
