Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Regantes de Simat atribuyen que la Font Gran se seque a la extracción de un pozo

Tres años con escasa lluvia dejan sin agua el emblemático espacio de la localidad, algo que no ocurría desde hace 80 años El ayuntamiento remitirá informes a la Confederación Hidrográfica

La Font Gran de Simat, el espacio más emblemático y punto de reunión habitual de los vecinos, se está secando y casi nadie recuerda cuántos años hace que no se daba una imagen así. El manantial, situado a los pies del macizo del Mondúber y del Toro, ha experimentado, especialmente los cuatro últimos días, un bajón en el nivel de agua en la balsa donde se almacena antes de iniciar el curso del río Vaca.

Por lo que dicen los más viejos de la localidad, se trata de un hecho excepcional. Ángel Fons cuenta que su padre, que tiene 95 años, solo recuerda una situación así durante la década de los años 30 del siglo pasado, en tiempos de la República, cuando él era un niño.

El origen de esta situación es la sequía que se prolonga desde hace más de tres años, con pluviometrías bajísimas que afectan especialmente a las comarcas de la cuenca del Serpis.

Pero no solo la falta de lluvias casi ha secado la Font Gran simatera. Según Fons, que es uno de los responsables de la Comunitat de Regants de les Fonts Gran i Menor de Simat, también ha tenido mucho que ver la gestión del Pou de les Llomes, conocido como Pou de Xus, situado junto a la carretera que asciende de Simat a Barx, desde el que se riegan a campos que hace unos años eran monte.

El pozo cuenta con la concesión administrativa en vigor, pero los regantes de la Font Gran entienden que se está extrayendo mucho más caudal del autorizado y que, sumado a la sequía, ya está generando polémica.

La Comunitat de les Fonts Gran i Menor ha remitido escritos a la Confederación Hidrográfica del Júcar para que lleve a cabo inspecciones y controle de forma estricta la cantidad de agua que sale del Pou de les Llomes y si el destino del caudal es el que figura en la concesión otorgada.

Según señalan sus responsables, esta comunidad de regantes tiene, desde tiempos del rey Jaume I, el derecho a un caudal de 80 litros por segundo del agua de la Font Gran para regar unas 2.400 hanegadas de tierra, pero aseguran disponer de un estudio realizado por ingenieros de la Universitat Politècnica de València que certifica que cuando el Pou de les Llomes se pone a pleno rendimiento, sobre todo aprovechando que por la noche la electricidad es más barata, el agua que mana de este paraje en pleno casco urbano de Simat apenas alcanza los 5 litros por segundo.

Hasta el alcalde de Simat, Víctor Mansanet, ha mostrado su preocupación, no solo por los efectos que tendrá sobre los agricultores, sino también por el impacto sobre la Font Gran, que es patrimonio cultural. Ayer el ayuntamiento tuvo que actuar para salvar a los peces, y la próxima semana remitirá informes técnicos a la Confederación Hidrográfica y a la Generalitat para que, en el ámbito de sus competencias, actúen ante esa falta de agua.

Echar mano de otros pozos

Mientras no se produzcan lluvias significativas que permitan una recuperación de los acuíferos, algo que es poco probable que ocurra hasta septiembre, los regantes han tenido que echar mano de los pozos y pagar más por la extracción de agua para que los árboles frutales no se sequen.

Como informó este periódico el domingo pasado, la situación no es mejor en el resto de la Safor. En la zona regada con agua del Serpis los regantes ya hace semanas que han tenido que recurrir a acuíferos subterráneos. El río que baja desde Alcoi ya no tiene agua y el pantano de Beniarrés, que lo embalsa en un punto intermedio de su cauce, se ha convertido en una charca de fango.

Compartir el artículo

stats