Las fiestas de Moros y Cristianos de Oliva 2016 concluyeron el pasado domingo con el disparo de un castillo de fuegos artificiales. Las celebraciones han estado marcadas por la amplia participación popular, el buen tiempo y la hermandad entre las comparsas, además de las fantásticas capitanías llevadas a cabo por las filades Contrabandistes, por el bando cristiano, y Moriscos por el bando moro.

La Federació de Moros i Cristians, que sigue que sigue con una directiva en funciones, con Manolo Arnal en la presidencia, abrirá a partir de ahora el calendario para celebrar elecciones y nombrar a un equipo que se ponga a trabajar en la fiesta de 2017.

Las filades Corsaris por el bando cristiano y Tuàreg por el bando moro tomarán las riendas con sus sendas capitanías para el año que viene, y ambas ya han comenzado a prepararse.

De las fiestas de este año, reseñar que finalmente no se pudo realizar el desembarco de las embarcaciones desde el Club Nàutic Oliva, dado que el mar se encontraba en muy malas condiciones, con fuerte temporal, por lo que se tuvo que eliminar la salida de las seis embarcaciones y limitar la presentación a la playa, con la llegada de las tropas moras, cuya batalla, ganada en su favor, situó la ciudad en manos de la media luna.

La reconquista del domingo tuvo lugar sobre las 21 horas en el Parc de l'Estació. A la arenga en la que el capitán dirigió unas palabras a sus tropas siguió la estafeta con el jinete a caballo entregando una misiva de intimidación al castillo moro y finalmente la reconquista en la que los cristianos de nuevo gobiernan sobre la plaza. A partir de ahí tuvo lugar la jornada de hermandad y el desfile infantil previo al castillo que cerró unas celebraciones con mucho público.