Muchos municipios de la Safor ya tienen editado un resumen de su memoria gráfica en formato de libro, iniciativa que en esta comarca surgió con aquel memorable «Bellreguard, viatge d'imatges» que, en 1987, llevaron a cabo Donís Muñoz y Miquel Escrivà y que después se extendería como la pólvora, con miles de fotografías recuperadas en decenas de localidades.
Ahora le ha tocado el turno a Ador. En esta localidad el encargado de dedicarse a la siempre lenta labor de buscar, seleccionar y muchas veces restaurar las imágenes ha sido el cronista oficial, Tomás Mascarell, que, como él mismo señalaba ayer a Levante-EMV, ha ocupado cerca de diez años este trabajo.
El resultado son alrededor de trescientas fotografías en blanco y negro que han surgido de una selección de seiscientas. Las imágenes, guardadas por los vecinos durante décadas, abarcan un periodo que va desde principios del siglo pasado a mediados de los años setenta.
Mascarell cuenta que ha dividido la selección del libro «Ador en blanc i negre», en los apartados de tradiciones, retratos, costumbrismo, familias y aspectos del servicio militar.
Como en los otros libros con imágenes antiguas, lo más costoso ha sido la datación y documentación necesarias para que el lector pueda situar cada imagen en su contexto y en su época.
El libro, editado por Tívoli, se presenta el próximo viernes en la biblioteca municipal a partir de las 20 horas, acto durante el cual se proyectarán algunas de las fotografías más interesantes de esta publicación.
