Un auténtico laboratorio, con toda la infraestructura necesaria para el cultivo y preparación de dosis de marihuana y sistemas muy sofisticados para mantener las plantas. Eso fue lo que hallaron los agentes de la Policía Nacional en el registro de una vivienda situada en la avenida de la Constitució de Ador.
La operación, que se desató al tener conocimiento los agentes de que de dicha casa emanaba un fuerte olor a esta sustancia, se ha saldado con cinco personas detenidas, todas ellas de origen español y de entre 22 y 50 años, que el juez ha enviado a prisión.
Los policías realizaron un registro en el domicilio, donde intervinieron 45 kilos de marihuana, un coche, 320 euros en metálico, una báscula de precisión, una máquina para triturar las plantas y bolsas para envasar al vacío.
Al tener conocimiento de que en esa vivienda se podía estar llevando a cabo una acción ilegal, los agentes establecieron diversos dispositivos de vigilancia en las inmediaciones. Comprobaron que de la vivienda salía olor a marihuana, por lo que averiguaron la identidad de los moradores. Así fue como descubrieron que se trataba de un padre y su hijo, que fueron detenidos cuando circulaban en su coche.
Por otra parte, los agentes interceptaron a tres jóvenes cuyas ropas presentaban restos de marihuana que también se apreciaba en las manos. Además, según apuntan desde la Jefatura Superior de la Policía, desprendían «un fuerte olor a esta sustancia».
Ante estas evidencias, los agente procedieron a identificarles, tras lo cual llevaron a cabo un «cacheo superficial». Uno de ellos, según apuntan desde la Policía Nacional, portaba una bolsa de plástico con nueve gramos de marihuana, y otro 215 euros. Los tres fueron detenidos como presuntos autores de los delitos de pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública.
Posteriormente, los agentes registraron el domicilio. Al entrar descubrieron que en el garaje se había habilitado un recinto totalmente cerrado y aislado, con un sofisticado sistema de cultivo de marihuana, con 20 focos de alta intensidad, un sistema automático de riego, ventiladores, equipos de aire acondicionado, un sistema de extracción de aire y unas redes para el secado de la marihuana. Otro aspecto que llamó la atención de los agentes fue que la casa carecía de suministro de agua y luz, por lo que la instalación estaba enganchada ilegalmente a la red pública.
En otra de las habitaciones y el baño, los policías incautaron una importante cantidad de cogollos secos, envasados y preparados para proceder a su venta. El peso de este material incautado ascendía a unos 31,4 kilos. Por otra parte, se llevaron 27 plantas con un peso de 13,5 kilos.
Un grupo organizado
Desde la Policía Nacional se asegura que con esta operación se ha desmantelado un «grupo organizado» en el que, apuntan, «cada miembro hacía su función». Así, el padre y el hijo ejercían de cabecillas de la banda, mientras que los tres jóvenes harían las labores de plantación, cultivo y procesado del material.
Cuatro de los detenidos tienen antecedentes penales. Tras comparecer ante el juez, este les envió a prisión.
