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El Iboga acaba en Tavernes con menos quejas por ruido y sin incidentes importantes

La Policía Local atendió muchas llamadas por la presencia de personas desnudas tomando el sol en la playa Los empresarios, satisfechos

El Iboga acaba en Tavernes con menos quejas por ruido y sin incidentes importantes

Alrededor de las 21 horas del pasado domingo se puso punto y final definitivo al Iboga Summer Festival, el evento musical que durante tres días convirtió la playa de Tavernes de la Valldigna en capital del ska, reggae y balcan.

Lo hizo, según el primer balance ofrecido ayer a Levante-EMV por parte de la Policía Local, con menos quejas por el ruido que emanaba de los altavoces del evento.

Además, tampoco hubo ningún incidente de importancia, pese a que desde el jueves se reunieron en la costa vallera más de 10.000 personas.

Esta era la segunda edición, de las cuatro que se han celebrado en total, que acogía el municipio vallero. El primer año, 2015, los agentes registraron infinidad de llamadas de los vecinos de toda la playa porque el volumen de la música era insoportable. No solo por la noche, sino durante todo el día. Y es que si por algo destaca este festival es porque la música suena durante las 24 horas. Más allá de los conciertos que tienen lugar en el escenario principal, la organización instala, en el interior del recinto, una carpa en la que durante todo el día se siguen celebrando actuaciones.

Según explicaron ayer desde el Ayuntamiento, para esta edición se tomaron medidas correctoras. La primera fue la de cambiar el sentido de los altavoces, que se giraron hacia la zona de campo y no hacia el casco urbano de la playa y la segunda fue la de rebajar al máximo el techo de la carpa, lo que hizo que el volumen se amortiguara. Aunque ha habido quejas, lo cierto es, apuntan las fuentes, que han sido mucho menores que las de la primera edición.

Por otra parte, las actuaciones que se han llevado a cabo tanto por parte de la Policía Local como de la Guardia Civil han sido por cuestiones menores. Sobre todo han atendido quejas por la presencia de personas desnudas tomando el sol o durmiendo en la playa. Esta cuestión parece haber molestado a algunos vecinos y turistas de Tavernes, a tenor de los comentarios recogidos en las redes sociales. Muchos también pedían que se habilitaran zonas de acampadas fuera del recinto para evitar que los asistentes no tengan que dormir en la calle.

Como publicó este periódico, los negocios ubicados en la zona norte del casco urbano de la playa han mejorado su facturación estos días en un 40 %. También ha habido más alquileres de viviendas respecto al mismo fin de semana de otros años.

Un hostelero reconocía el domingo por la noche a este periódico estar «exhausto» por los cinco días de trabajo continuado. De hecho, carecía ya de muchas de las existencias que había adquirido para el fin de semana.

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